El testimonio de la niña embera de 12 años, fue leído ante la Procuraduría por el médico que la valoró.
Campo Elías Ochoa, comenzó su intervención diciendo que al momento de valorar a la menor de edad, ella se encontraba con signos de alerta normales y que además no presentaba cambios en su estado de ánimo ni en su memoria.
La niña aseguró que en horas de la mañana había ido a recoger guayabas hasta la escuela La Granja, del corregimiento Santa Cecilia, en Pueblo Rico (Risaralda). «Yo iba para la casa pero más abajito un soldado me llamó, él se llamaba Juan, yo fui para donde él estaba y empezó a tocarme, yo le dije que no quería y se puso a hacerme cosas».
«Al ratico, continuó la menor, llegaron los otros soldados, eran nueve personas, todos tenían uniforme de soldado, yo solo pude verle la cara a tres de ellos, como era oscuro, no veía muy bien. Cuando acababa uno, seguía el otro. Todos los nueve lo hicieron.»
El médico también puntualizó en que el primer uniformado la soltó cuando ella le hizo saber que le dolían las piernas, pero que los demás soldados continuaron.
«Cuando acabaron, me dijeron que no me fuera para la casa y ellos me hicieron un cambuche para que yo me acostara a dormir”, dijo la menor que posteriormente contó que sobre las 5 de la mañana del lunes despertó y que un soldado la acompañó hasta la casa.
«Yo no entré porque me daba miedo que mi mamá me regañara. Luego me vio mi hermana y mi sobrina y me preguntaron qué estaba haciendo, y yo les conté todo, luego a mi mamá»
Como es conocido, la decisión de la familia fue llevar a la niña a donde se encontraban los uniformados, allí, la menor afirmó que solo pudo «identificar a tres de ellos porque a los otros no les había visto la cara«.
El relato del médico fue el último que escuchó el organismo de control en medio del juicio disciplinario que se les adelanta a los soldados Juan Camilo Morales Poveda, Yair Stiven González, Luis Pérez Holguín, Juan David Guaidia Ruiz, Óscar Eduardo Alzate, Deyson Andrés Isaza Zapata y Luis Fernando Mangareth Hernández, y varios de los uniformados vinculados a este proceso como testigos.
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