¡Galán abandonado! Concejo le quita el respaldo y lo tilda de inepto en medio del caos en Bogotá

Carlos Fernando Galán empieza a quedarse solo: bancadas que antes lo respaldaban ahora le dan la espalda y lo acusan de ineficaz, dejando a su gobierno tambaleando en el Concejo de Bogotá.

La luna de miel política del alcalde Carlos Fernando Galán parece haber llegado a su fin. Lo que empezó como una coalición de respaldo sólido en el Concejo de Bogotá, hoy se desmorona a pedazos. Los partidos En Marcha, Liberal y Alianza Verde anunciaron que se declaran en independencia, dejando al mandatario prácticamente sin aliados en su segundo año de gobierno.

La ruptura, que marca un quiebre definitivo en la gobernabilidad de Galán, responde, según los concejales, a su falta de resultados en temas críticos como la crisis de basuras, el deterioro del espacio público, la ausencia de estrategia frente al desabastecimiento de agua y la polémica reforma tributaria que busca imponer un impuesto al alumbrado público.

“En el Concejo solo hay tres caminos: ser de gobierno y aplaudir, ser oposición y bloquear, o ser independientes y obligar a que las cosas se hagan. Yo escogí el tercero. Le debo fidelidad a los bogotanos que nos eligieron”, sentenció Juan David Quintero, vicepresidente del Cabildo y líder de la bancada de En Marcha, quien remató con un dardo directo: “Necesitamos que el alcalde ‘puye el burro’”.

Quintero fue tajante: “Aunque tiene aciertos, amenaza con incentivar la informalidad y golpear el bolsillo de las familias bogotanas que hoy hacen extenuantes esfuerzos para sostener sus hogares”.

Pero no es el único campanazo de alerta. La veterana concejal liberal María Victoria Vargas también le dio la espalda al alcalde y a su coalición: “Estoy esperando que nos den el acta para establecer que somos independientes. No compartimos muchas de las actuaciones del Gobierno, hemos hecho debates sobre posibles hechos de corrupción en el tema de las alcaldías locales, en bomberos. Ser del gobierno era de la bancada y éramos del gobierno, yo no, pero los demás sí”.

El mensaje es claro: Galán se está quedando sin piso político. Lo que alguna vez fue un bloque de respaldo se ha convertido en un frente crítico que le exige resultados inmediatos.

Para muchos, este viraje de las bancadas refleja el creciente descontento en la ciudad con un gobierno que parece paralizado y sin respuestas. Mientras los problemas se acumulan en Bogotá, el alcalde pierde aliados y credibilidad.

“Durante el primer año y medio de administración, acompañamos el Plan de Desarrollo, impulsamos propuestas sociales como Bogotá sin Hambre 2.0 y apoyamos la extensión del Metro hasta la calle 100. No jugamos a la oposición: cumplimos nuestra palabra. Pero hoy preocupa que las expectativas no se estén cumpliendo”, concluyó Quintero, dejando claro que Galán ya no tiene el beneficio de la duda.

En medio de una ciudad llena de basura, riesgos de desabastecimiento de agua y una ciudadanía golpeada por la inseguridad, el alcalde parece más solo que nunca.

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