Hija de Joselito Guerra, condenado por el proceso 8.000 será la heredera de la curul de Miguel Uribe Turbay

La curul de Miguel Uribe Turbay no quedará vacía: será ocupada por María Angélica Guerra, “La Tati”, hija de Joselito Guerra, condenado en el proceso 8.000 y heredera de una familia marcada por escándalos y poder político en la Costa Caribe.

Tras el fallecimiento del senador Miguel Uribe Turbay, quien falleció después de pasar dos meses en cuidados intensivos por un atentado, su curul no quedará vacía por mucho tiempo: será ocupada por la arquitecta cordobesa María Angélica Guerra López, conocida en Montería como “La Tati”.

La ley electoral es clara: ante la ausencia definitiva de un congresista, la silla queda en manos del siguiente en la lista de votación. Guerra López, quien obtuvo 37.928 votos y ocupó el puesto 14 de mayor votación, será la sucesora de Uribe Turbay, el senador más votado del país en 2022 con 223 mil votos.

Pero este no es un salto cualquiera a la política. La nueva senadora es hija del político sucreño José Guerra de la Espriella, más conocido como Joselito, un hombre que pasó a la historia no por sus logros legislativos, sino por haber sido condenado a 90 meses de prisión por enriquecimiento ilícito, estafa y falsedad agravada, la pena más alta impuesta a un político vinculado al escandaloso proceso 8.000. Cercano al expresidente Álvaro Uribe, Joselito se ha mantenido alejado, al menos públicamente, de la política, aunque sus conexiones y su apellido siguen siendo capital electoral en la región.

María Angélica no llega sola. Es, además, la heredera política de la curul que en 2022 dejó su tía, la exsenadora y exministra María del Rosario Guerra, una de las figuras más influyentes del Centro Democrático y parte de una familia con profundas raíces en el poder político de la Costa Caribe. Durante su campaña, “La Tati” se valió del peso electoral de su familia en Sucre para abrirse camino.

Será su primer cargo público, pero no el primero para los Guerra. La saga política que integra tiene un historial de posiciones de poder y cuestionamientos:

  • Su tío Antonio Guerra de la Espriella, senador por Cambio Radical desde 2010, ha sido señalado por supuestos vínculos con el paramilitarismo.
  • El primo de María del Rosario Guerra, Miguel Alfonso “Miguelito” de la Espriella fue condenado por concierto para delinquir tras firmar el Pacto de Ralito con los paramilitares.

El nombramiento de María Angélica Guerra deberá ser oficializado por el Consejo Nacional Electoral, que notificará la vacancia de la curul y su designación. Sin embargo, para muchos críticos, este relevo no representa un cambio, sino la consolidación de un apellido que ha sabido moverse entre el poder político, los señalamientos judiciales y la cercanía con el uribismo más duro.

“La Tati” llega al Senado con la sombra de su linaje y el peso de un prontuario familiar que parece recordar que en Colombia, las sillas del poder a menudo cambian de dueño, pero rara vez cambian de apellido.

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