El poderoso emporio de los Char vuelve a estar en el ojo del huracán. Tras inspeccionar 60 establecimientos de Olímpica, entre supermercados, supertiendas y droguerías, el Ministerio del Trabajo reveló una serie de hallazgos que destapan lo que calificó como “tercerización sistémica, explotación laboral disfrazada y graves riesgos para la salud de los trabajadores”.
Le puede interesar: “¡Quieren callar a la justicia!”: Jueza que condenó a Uribe está bajo amenazas de muerte y piden protección internacional

Le puede interesar: Uribe vuelve a salirse con la suya: lo dejan libre y Cepeda denuncia presión brutal contra la justicia
La investigación, liderada por el ministro Antonio Sanguino y la viceministra de Relaciones Laborales e Inspecciones (e), Sandra Muñoz, se desarrolló en respuesta a más de 50 denuncias radicadas en 16 direcciones territoriales.
“Los resultados revelan hallazgos críticos de incumplimientos en obligaciones laborales, seguridad y salud en el trabajo, y problemas en espacios físicos e infraestructura en las tiendas”, afirmó Sanguino, al tiempo que dejó claro que lo encontrado no son casos aislados, sino un patrón de precarización sistemática dentro de la cadena.
#ComunicadoDePrensa 📰 || Realizamos 60 inspecciones a Supertiendas Olímpica en todo el país.⁰Los hallazgos son graves:
— Antonio Sanguino (@AntonioSanguino) August 19, 2025
⁰❌ 90% del personal tercerizado⁰❌ Jornadas de hasta 10 horas sin garantías⁰❌ Deficiencias en seguridad laboral e infraestructura
Desde @MintrabajoCol… pic.twitter.com/LCZLXIZAEb
De acuerdo con el Ministerio, los inspectores comprobaron que nueve de cada diez empleados no son contratados directamente por Olímpica, sino a través de intermediarios, lo que constituye presunta intermediación laboral ilegal.
Las pruebas revelan además que muchos trabajadores cumplen jornadas de hasta 10 horas diarias con apenas 30 minutos para almorzar, sin reconocimiento de horas extra ni compensación de tiempo, sin pausas activas, sin políticas de desconexión laboral y, en muchos casos, con contratos ocultos.
“Es un ejercicio que hicimos de manera simultánea a lo largo y ancho del país. A esta entidad le corresponde garantizar los derechos de los trabajadores y que nuestro aparato productivo se fundamente en el trabajo digno y decente”, sentenció el ministro.
Esto encontramos en las inspecciones a supertiendas Olímpica en el país. pic.twitter.com/jiq3xOInv3
— Antonio Sanguino (@AntonioSanguino) August 19, 2025
El panorama en materia de seguridad y salud en el trabajo resulta aún más alarmante. Según el comunicado del Ministerio, los inspectores hallaron:
- Deficiencias críticas en infraestructura con humedad, cableado eléctrico expuesto y equipos inseguros.
- Ausencia de brigadas de emergencia.
- Falta de equipos de protección personal y dotación incompleta.
- Puestos de trabajo sin estándares ergonómicos.
- Empleados sin comedores, sin salas de lactancia y sin espacios de descanso.
“La falta de capacitación, la ausencia de brigadas y el desconocimiento de los protocolos de emergencia demuestran un grave incumplimiento en el sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo”, advirtió la viceministra Muñoz.
La cartera laboral dejó claro que estos hallazgos configuran una operación de explotación que pone en riesgo la salud y la dignidad de miles de empleados de Olímpica, una de las empresas insignia del clan Char.
#Atento | "Estamos viendo que hay un sistemático incumplimiento de la jornada laboral", destacó la viceministra de Trabajo. Muñoz indicó que los turnos serían de 10 horas diarias, lo que no cumpliría la normativa actual de 40 horas a la semana pic.twitter.com/yHpbsZ8DUi
— Diario La República (@larepublica_co) August 19, 2025
“Estamos fortaleciendo nuestra inspección, vigilancia y control, y como resultado de la reforma laboral que le da más dientes a este Ministerio, se exigirá mayor capacidad en materia de control y defensa de los derechos de los trabajadores”, enfatizó Sanguino.
Las investigaciones administrativas ya están en curso y derivarán en planes de mejoramiento que serán obligatorios para la compañía.
Lo que queda al descubierto es un sistema de abuso laboral que se maquilla con contratos intermediados y condiciones indignas, mientras las ganancias de los Char crecen a costa de los trabajadores.





