Petro le pone freno a Alejandro Eder recordándole quién manda en materia de seguridad

Petro le recordó a Alejandro Eder “quién manda” en la seguridad de Cali y lo acusó de desconocer al Gobierno mientras presume logros que no le corresponden.

El alcalde Alejandro Eder intentó colgarse la medalla de los nuevos vehículos blindados Hunter TR-12 que llegaron a la ciudad, pero el presidente Gustavo Petro no se quedó callado y le recordó quién manda en materia de seguridad.

“Mi querido alcalde, recibido su agradecimiento al ministro de Defensa y al gobierno. Gobierno constitucionalmente es el presidente y el ministro del sector, no lo olvide. No le dé pena. Es nuestra obligación defender a Cali y a su pueblo”, sentenció Petro, dejando claro que la gestión fue de su Gobierno y no un logro personal de Eder.

Desde Washington, el mandatario caleño había publicado un mensaje en el que agradecía al ministro de Defensa, Pedro Sánchez, pero convenientemente omitió mencionar al presidente. Un gesto que fue interpretado como una jugada política para deslegitimar el papel de Petro en la recuperación de la seguridad en la capital del Valle.

El Jefe de Estado fue más allá y, en un tono directo, pidió al alcalde que no se quede en discursos de victimización: “Es hora de que la élite blanca y poderosa de Cali admita que llegó el momento de abrir las oportunidades a la juventud. Que financien universidades y entreguen tierras para que más gente sea dueña y próspera en el campo”, reclamó.

Eder, en lugar de acoger el llamado, optó por confrontar, acusando al Gobierno de haber recortado recursos de inteligencia y capacidad aérea. Incluso llegó a afirmar que “los terroristas seguirán poniendo bombas para matar al pueblo” si no hay más plata. Una declaración que muchos consideran irresponsable, pues convierte la seguridad en un pulso político contra el propio Gobierno Nacional.

Pero Petro no dejó pasar la oportunidad de responder, esta vez desde Timbío, Cauca, donde con ironía retrató la actitud del alcalde: “Hoy el alcalde de Cali me mandó un saludo. Llegaron todos los vehículos blindados del Ejército a cuidar de Cali y dijo, ‘Gracias, ministro de Defensa’. Punto. No quieren a Petro. Yo soy el jefe del alcalde, ¿no? Y el jefe del Ejército. Soy el jefe del alcalde, el jefe del Ejército. Blanquitos que no quieren a Petro. ¿Por qué?”.

El presidente también denunció que ciertos sectores de poder pretenden desconocerlo: “No me quieren, me quieren borrar como si este gobierno no existiera. En el club no entra Petro, en el barrio no entra Petro, en el gobierno no entra Petro. Así sea el presidente y se van a hablar carreta. Esos son los que convencen a los parlamentarios europeos, no los inteligentes, sino los ignorantes”.

La Constitución es clara: los alcaldes tienen autonomía en sus ciudades, pero en temas de orden público el presidente es la autoridad suprema. Petro no solo actuó conforme a la ley, sino que dejó en evidencia el doble discurso de un alcalde que pide seguridad, pero desconoce al Gobierno que la garantiza.

Eder intenta pescar réditos políticos con discursos alarmistas, pero el presidente Petro insiste en un enfoque integral: seguridad sí, pero acompañada de justicia social. Y en esa disputa, la voz del jefe de Estado pesa más que la de un alcalde que parece más preocupado por la confrontación que por soluciones reales.

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