En un hecho sin precedentes en la historia reciente de Colombia, el presidente Gustavo Petro ha abierto las puertas de la Casa de Nariño para recibir al periodista Gonzalo Guillén, quien deberá cumplir una orden de arresto domiciliario impuesta por un juzgado de Barranquilla.
Le puede interesar: ¡Lombana en modo víctima! ¿Otra jugada dilatoria? Denuncia amenazas y hackeo justo cuando el juicio de Uribe entra en su fase clave

Le puede interesar: Iván Cepeda revela persecución, difamación y hasta guerra sucia internacional por parte de Uribe y sus hijos
El caso de Guillén ha generado controversia desde el inicio. El Juzgado 11 Penal del Circuito de Barranquilla ordenó su arresto por no retractarse de afirmaciones en las que señalaba a Carlos Mattos, empresario condenado por sobornos judiciales en el caso Hyundai, de estar vinculado a delitos graves como homicidio, abuso de menores y paramilitarismo. Aunque Mattos cumple condena por corrupción, la justicia exigió a Guillén rectificar sus denuncias sobre otros delitos por los que el empresario no ha sido condenado, algo que el periodista se ha negado a hacer, alegando que su labor es investigar y denunciar sin censura.
Frente a este escenario, el presidente Petro se pronunció con firmeza a través de su cuenta en X: “Quiero ofrecerle la Casa de Nariño a Gonzalo Guillén para que pase su arresto. La casa de un periodista libre y de un parresía. Parresía era el que decía lo que pensaba y tenía el coraje de decirlo ante el tirano, como Sócrates”. Con esta invitación, Petro no solo brinda un espacio de protección a Guillén, sino que envía un mensaje contundente sobre la importancia de defender a quienes ejercen el periodismo sin miedo ni ataduras.
Quiero ofrecerle la casa de Nariño, a Gonzalo Guillén para que pase su arresto. La casa de un periodista libre y de un parresía. Parresía era el que decía lo que pensaba y tenía el coraje de decirlo ante el tirano, como sócrates.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) February 23, 2025
Siento que soy también un parresía. Así que si lo…
Guillén, reconocido por su tenacidad al destapar escándalos de corrupción y narcotráfico en Colombia, aceptó la invitación del presidente y expresó su gratitud: “Muchas gracias, presidente, por su generosidad. Acepto su oferta y será un honor para mí poder sentarme a conversar con usted sobre muchas verdades. Yo defiendo la libertad de prensa de la única manera que conozco: ejerciéndola”. Su respuesta, cargada de determinación, refuerza la idea de que el periodismo debe mantenerse firme ante cualquier intento de censura o amedrentamiento judicial.
Muchas gracias, Presidente, por su generosidad. Aceptó su oferta y será un honor para mí poder sentarme a conversar con usted sobre muchas verdades.
— Gonzalo Guillén (@HELIODOPTERO) February 23, 2025
Yo defiendo la libertad de prensa de la única manera que conozco: ejerciéndola.
El respaldo de Petro no pasó desapercibido. Gustavo Bolívar, director del Departamento de Prosperidad Social y próximo candidato presidencial, también se pronunció: “Después preguntan por qué uno ama a este hombre. Y no es por el puesto. Pasé mi renuncia hace 10 días. Es por su humanismo”, refiriéndose al gesto del mandatario. Este episodio demuestra que, bajo el gobierno actual, la Casa de Nariño no es solo un centro de poder, sino también un refugio para quienes luchan por la verdad y la justicia.
Mientras tanto, la orden de captura contra Guillén sigue siendo vista por muchos sectores como un intento de amordazar el periodismo independiente. El hecho de que un periodista de su trayectoria sea perseguido judicialmente por denunciar a un empresario condenado por corrupción genera preocupación sobre la instrumentalización de la justicia en favor de los poderosos. La decisión de Petro de recibirlo en la Casa de Nariño marca un hito en la defensa de la libertad de expresión en Colombia y deja claro que este gobierno no tolerará el silenciamiento de voces incómodas.