Uribe fue recibido con huevos y rechazo en Cúcuta tras su peligrosa propuesta de intervención militar en Venezuela

Álvaro Uribe fue recibido con huevos y rechazo en Cúcuta, mientras su polémico llamado a una intervención militar contra Venezuela generó críticas de Gustavo Petro y Nicolás Maduro.

El expresidente Álvaro Uribe Vélez vivió un incómodo episodio durante su visita a Cúcuta, donde un grupo de ciudadanos expresó su descontento lanzándole huevos. Este incidente ocurrió en el centro de la ciudad, frente al centro comercial Alejandría, en un evento marcado por la baja asistencia y el rechazo a sus declaraciones recientes sobre Venezuela.

Uribe, acompañado de figuras políticas como María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Miguel Uribe, pidió abiertamente una intervención militar internacional en el vecino país, respaldada por las Naciones Unidas. Según el exmandatario, esta sería la única forma de remover del poder al presidente Nicolás Maduro y convocar elecciones “libres”.

Sin embargo, las palabras de Uribe no solo generaron rechazo en redes sociales, sino también una contundente respuesta del presidente Gustavo Petro. En su red social X, Petro se mostró crítico ante la postura belicista del exmandatario:

«A esta altura, Cúcuta ya sabe que es mejor preservar las relaciones familiares, sociales, económicas y culturales en la frontera», subrayó el presidente, en una clara defensa del diálogo y la cooperación como vías para mantener la estabilidad en la región fronteriza.

La escena de los huevos volando hacia Uribe se convirtió en símbolo del descontento de muchos cucuteños, quienes consideran irresponsables sus llamados a una intervención militar. Incluso Nicolás Maduro calificó las declaraciones del exmandatario colombiano como «cobardes, ruines y fascistas».

En contraste, el gobierno de Gustavo Petro ha impulsado la reconciliación entre Colombia y Venezuela, priorizando la reapertura de la frontera y el restablecimiento de relaciones comerciales que beneficien a ambas naciones. Este enfoque, respaldado por diversos sectores, ha sido señalado como un modelo para superar años de tensiones sin recurrir a la violencia.

La visita de Uribe, en lugar de sumar apoyos, parece haber avivado la división entre quienes promueven el entendimiento y quienes insisten en soluciones de fuerza. El mensaje quedó claro en Cúcuta: los tiempos de intervenciones militares y confrontaciones unilaterales no tienen cabida en una región que busca paz y prosperidad compartida.

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