La absurda receta de Daniel Quintero para acabar la desigualdad: ¡repartir lavadoras!

Quintero ofrece 4 millones de lavadoras, pero olvida que miles de hogares ni siquiera tienen agua potable.

El exalcalde de Medellín y precandidato presidencial Daniel Quintero volvió a prender la polémica con su primera propuesta de campaña rumbo al 2026: “Entregaré cuatro millones de lavadoras en mi gobierno”, aseguró con bombos y platillos en sus redes sociales.

Con esta iniciativa, bautizada como “Colombia Te Cuida”, Quintero promete priorizar a los hogares de estratos 1, 2 y 3, especialmente a mujeres cabeza de hogar. Según él, el plan no solo aliviaría la carga del trabajo doméstico, sino que también aumentaría el PIB, impulsaría la economía y hasta ayudaría a ahorrar agua. “Las mujeres no tienen por qué estar lavando ropa y menos a mano”, sentenció el exmandatario local.

Pero las reacciones no se hicieron esperar. Para muchos, la propuesta es un insulto a la realidad que viven millones de colombianos en zonas donde ni siquiera hay acceso a agua potable o energía eléctrica. Una ciudadana le respondió indignada en X: “En serio, esto es hasta ofensivo. Hay zonas en Colombia en las que todavía NO HAY AGUA POTABLE. Tengo a mis tías que NO pueden tener una lavadora porque les toca recoger agua a las 3 a.m. cuando llega”, escribió con rabia.

Otros fueron aún más directos:

  • “Cada vez me sorprende más la pobreza de ideas de @QuinteroCalle… propuestas vacías, populistas y superficiales que en nada contribuyen al verdadero desarrollo del país”, criticó un usuario.
  • “¿De qué sirve una lavadora en los lugares más apartados de Colombia donde no hay energía? Esto demuestra que está totalmente desconectado de la realidad”, reclamó otro.
  • “La misma propuesta que hizo en Medellín y nunca entregó nada. ¿Dónde están esas lavadoras?”, cuestionaron con ironía.

En redes, incluso compararon su campaña con la de un estudiante de colegio buscando votos con promesas absurdas. “Me imagino desde ya a las comunidades cuidando sus lavadoras como si fueran lingotes de oro, mientras la realidad de la pobreza sigue igual”, escribió un internauta indignado.

La gran pregunta es si regalar lavadoras puede cerrar las brechas sociales de un país marcado por la desigualdad estructural. Expertos señalan que no: el acceso a agua, energía, salud y educación siguen siendo los verdaderos retos. Una máquina de lavar no cambia que millones de familias sobreviven en condiciones precarias, sin empleo formal ni servicios básicos garantizados.

Quintero intenta defenderse, asegurando que su plan es una forma de “liberar a las mujeres del trabajo doméstico” y de sumar a medio millón de ellas al mercado laboral. Sin embargo, para críticos y ciudadanos de a pie, el proyecto no es más que otro espejismo populista que pretende disfrazar con electrodomésticos la falta de soluciones reales para combatir la pobreza y la desigualdad.

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