¡Sufren los violentos! Corte Constitucional entierra corridas de toros, corralejas y peleas de gallos en Colombia

¡Se acabó la tortura hecha “fiesta”! La Corte Constitucional prohibió corridas de toros, corralejas y peleas de gallos en Colombia, dejando a la barbarie con fecha de vencimiento: 2027.

La Corte Constitucional le dio la estocada final a siglos de crueldad disfrazada de “tradición”: con un fallo histórico, el alto tribunal ratificó la Ley 2385 de 2024, conocida como Ley No Más Olé, y dejó en firme la prohibición de corridas de toros, novilladas, rejoneo, becerradas y tientas. Pero no se quedó ahí: también tumbó las excepciones que protegían a las corralejas, toros coleados y peleas de gallos, actividades que ahora tienen fecha de caducidad en el país.

Con ponencia del magistrado Miguel Polo Rosero, la decisión fue unánime. En palabras de la Corte, estas prácticas “no pueden justificarse bajo la excusa de la diversidad cultural”, pues lo que está en juego es el mandato de protección animal.

Aunque la prohibición entrará a regir en 2027, los jueces dejaron claro que este plazo no es un salvavidas para la violencia, sino una transición para que el Gobierno ejecute programas de reconversión económica y cultural que sustituyan esas sangrientas costumbres.

“Hemos logrado algo histórico para los animales. La Corte Constitucional declaró exequible nuestra ley que prohíbe las corridas de toros en Colombia y tumbó un artículo que exceptuaba las corralejas, los toros coleados y las peleas de gallos”, celebró la senadora Esmeralda Hernández, autora de la norma.

El eco fue inmediato. La senadora Andrea Padilla prometió que seguirá en pie de lucha contra otras prácticas como las cabalgatas: “Vamos a insistir con nuestro proyecto porque el maltrato no se puede maquillar de fiesta popular”.

En Bogotá, el Instituto de Protección y Bienestar Animal estalló de júbilo: “Hoy es un día maravilloso para Colombia. Este fallo marca historia y nos impulsa a seguir avanzando hacia un país cada vez más animalista”, aseguró la entidad.

El fallo no estuvo exento de polémica. Un error de redacción inicial de la Corte incluyó por unas horas a las cabalgatas dentro de las prácticas prohibidas, lo que desató aplausos de los colectivos animalistas y pánico en los gremios ecuestres. Horas después, el alto tribunal tuvo que rectificar, aclarando que las cabalgatas siguen permitidas. Aun así, el mensaje es contundente: la crueldad disfrazada de cultura tiene los días contados.

Con esta decisión, la Corte Constitucional no solo se alinea con las tendencias globales de respeto a los animales, sino que deja una sentencia moral: la sangre, el dolor y el sufrimiento no son espectáculo, son violencia. Y en Colombia, esa violencia ya tiene fecha de expiración.

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