La noche que prometía ser histórica terminó convertida en un verdadero bochorno para Bogotá. Miles de fanáticos de Kendrick Lamar, algunos que esperaron horas en fila bajo la lluvia, se quedaron con las manos vacías tras la sorpresiva cancelación del concierto que debía realizarse en el polémico coliseo Vive Claro. El desastre no solo desató la furia de los asistentes, sino que encendió las alarmas en el Concejo de Bogotá.
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El concejal José Cuesta Novoa no se guardó nada y lanzó un explosivo pronunciamiento en redes sociales: “Parece que se suspendió el concierto de Kendrick Lamar en Vive Claro. Hoy lo dijimos en la Audiencia Pública contra el ruido. Este escenario presenta fallas técnicas estructurales en su construcción. Pedí al alcalde Carlos Fernando Galán el cierre inmediato de este escenario”, denunció.
La indignación crece porque, hasta ahora, Galán guarda silencio mientras el recinto, cuestionado desde su apertura, sigue acumulando denuncias.
Concejal Cuesta le solícito al alcalde @CarlosFGalan el cierre inmediato del Vive Claro, tras la cancelación del concierto de Kendrick Lamar. https://t.co/VCODXkTu9e pic.twitter.com/eePXEMcn0L
— Jose Cuesta Novoa (@jcuestanovoa) September 28, 2025
La concejala Quena Ribadeneira también alzó su voz, asegurando que el escenario fue construido sobre irregularidades urbanísticas y administrativas que hoy ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos. “Junto a la edilesa de Teusaquillo radicamos más de mil firmas que exigen frenar la obra Vive Claro y aún no hay respuestas claras”, sentenció.
Una verdadera batalla de David contra Goliat hemos dado en Bogotá. Lo ocurrido con el escenario de Vive Claro y la cancelación del concierto de Kendrick Lamar es una vergüenza pública que confirma nuestras denuncias de los últimos 20 meses. Esto demuestra, de manera irrefutable,… pic.twitter.com/6RzbhNNroV
— Quena Ribadeneira- Concejala de Bogotá (@QuenaRibadeneir) September 29, 2025
Además, un informe del Idiger fechado en agosto reveló más de cuarenta observaciones técnicas no subsanadas en las graderías, procesos de construcción y medidas de seguridad. Pese a ello, el coliseo continúa funcionando como si nada pasara.
Los concejales coinciden en que la administración de Galán está jugando con la vida y los bolsillos de los bogotanos. “Mientras la querella no se resuelva y las observaciones técnicas del Idiger no sean subsanadas, lo responsable es ordenar su cierre preventivo”, advirtió Ribadeneira.
Cuesta Novoa fue aún más duro: “El ruido se ha convertido en un factor que hace imposible y absolutamente fastidioso el desarrollo de la vida cotidiana en Bogotá”, acusando al Distrito de permitir la proliferación de megaeventos que afectan directamente a miles de familias de sectores aledaños.
En la Audiencia Pública contra el ruido, formulé la siguiente propuesta al alcalde @CarlosFGalan
— Jose Cuesta Novoa (@jcuestanovoa) September 27, 2025
Con base en el reciente informe del @idiger en donde se establece que, el coliseo Vive Claro, presenta serias fallas técnicas estructurales, decrete: SU CIERRE INMEDIATO. pic.twitter.com/hYtWJOG0pL
Lo que debía ser una fiesta para la música terminó siendo un escándalo de proporciones monumentales que deja mal parados tanto al Vive Claro como al alcalde Galán. Hoy, lo único claro es que Bogotá tiene un elefante blanco disfrazado de centro de eventos y que la paciencia ciudadana llegó al límite.





