Justicia terminó de arrinconar a Uribe: su mano derecha Diego Cadena, fue condenado a siete años de prisión por sobornar testigos

El “abogado de los capos” y exdefensor de Álvaro Uribe, Diego Cadena, fue condenado a siete años por comprar testigos, hundiendo aún más al expresidente en el mayor escándalo político-judicial del país.

El país vuelve a sacudirse con un nuevo capítulo del escándalo que ha perseguido al expresidente Álvaro Uribe Vélez: su abogado estrella, Diego Javier Cadena, fue condenado a siete años de prisión domiciliaria por el delito de soborno en actuación penal. La sentencia lo deja marcado como coautor de una estrategia de corrupción judicial que buscaba favorecer al líder de la derecha colombiana.

Cadena, conocido por defender a capos del narcotráfico como alias Otoniel, Don Diego o Chupeta, fue señalado por intentar manipular al exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, recluido en La Picota, para que se retractara de los señalamientos contra Uribe por vínculos con el paramilitarismo. “Cadena realizaba gestiones a favor de los intereses judiciales del expresidente Álvaro Uribe”, sentenció el juez, al dar lectura a un fallo que expone cómo el abogado ofreció beneficios jurídicos y promesas de traslado a la JEP a cambio del silencio.

Aunque la defensa intentó vender la idea de que esos pagos eran “ayudas humanitarias”, la justicia fue contundente: se trató de sobornos. La Fiscalía reveló que al menos 48 millones de pesos fueron entregados a exparamilitares a través de socios de Cadena, buscando manipular procesos y acomodar testimonios.

El juez Fabián Moreno fue claro: “La forma en que procedió, teniendo el conocimiento y la capacidad de comportarse conforme a derecho, impone un fallo condenatorio en contra de Diego Javier Cadena Ramírez”.

El expresidente Álvaro Uribe, condenado meses atrás a doce años de prisión domiciliaria por los mismos hechos, vuelve a quedar retratado como el gran beneficiado de la estrategia corrupta de Cadena. Ambos procesos se mueven en paralelo y dibujan una red de manipulación que, según la Corte Suprema, demuestra cómo Uribe usó a su abogado para comprar testigos al mejor estilo mafioso.

Por si fuera poco, el abogado Iván Cancino, defensor de Cadena, salió a minimizar la condena, recurriendo al viejo libreto de victimización: “La condena a @DiegoCadenaLaw es de 84 meses, no se captura y será en domiciliaria. Pero apelaremos. Diego es INOCENTE”, escribió en su cuenta de X.
El discurso de Cancino contrasta con la realidad: un cliente condenado, un expresidente salpicado y un proceso judicial que cada vez revela más podredumbre.

Lejos de ser un profesional intachable, Cadena se hizo un nombre como defensor de narcos de peso pesado. En su propia página web se jacta de haber representado a los más temidos jefes del narcotráfico colombiano. Su cercanía con las cloacas del crimen organizado solo refuerza la imagen de que Uribe no solo lo eligió como abogado, sino como operador de una estrategia que terminó en condena para ambos.

La Fiscalía ya anunció apelación, señalando que Cadena podría estar involucrado en más episodios de corrupción con otros testigos. Su condena incluye, además de la prisión domiciliaria, una multa de 375 salarios mínimos e inhabilidad para ejercer funciones públicas.

En la opinión pública crece la sensación de que este proceso judicial está desnudando la verdadera dimensión de la alianza entre poder político y corrupción judicial que rodeó a Uribe. Un expresidente condenado, un abogado caído en desgracia y una defensa que insiste en tapar lo evidente: en Colombia, la justicia le dio la espalda al blindaje de la mafia.

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