Marta Lucía Ramírez aplaudió a la “reina de la bala” y luego borró el trino como toda una cobarde

Marta Lucía Ramírez desató una tormenta al defender a la “reina de la bala” y luego borrar su trino, dejando al descubierto la incoherencia y el doble discurso de la exvicepresidenta.

La exvicepresidenta y exministra de Defensa Marta Lucía Ramírez quedó señalada ante todo el país tras defender en redes sociales a Laura Gallego, la exseñorita Antioquia que pidió “bala para Petro y Quintero”. En un trino que luego eliminó cobardemente, Ramírez calificó a la cuestionada exreina como una “colombiana empoderada”, despertando una ola de indignación por lo que muchos consideraron un respaldo directo a la violencia política.

En su cuenta de X, Ramírez publicó con total desparpajo: “Esa es una colombiana empoderada. ¡Nunca más las mujeres lindas como decoración y su criterio silenciado por órdenes superiores!”, escribió la exvicepresidenta antes de arrepentirse y borrar su publicación sin dar explicaciones.

La publicación no tardó en incendiar las redes. Muchos interpretaron el mensaje como una defensa descarada a una mujer que incitó al uso de la violencia contra el presidente Gustavo Petro y el exalcalde y posible precandidato presidencial Daniel Quintero, ambos blancos constantes del uribismo y la derecha más dura del país. Lo más grave: las palabras vinieron de quien fue ministra de Defensa y segunda al mando del Gobierno de Iván Duque.

Horas después, y tras el estallido de la polémica, la exvicepresidenta optó por borrar el trino sin ofrecer explicación alguna, como si con un simple clic pudiera borrar también la vergüenza y la indignación que generó. Pero internet no perdona: la publicación ya había sido capturada y difundida ampliamente.

Los colombianos reaccionaron con furia. “¿Empoderada? ¡Eso es apología a la violencia!”, escribió un usuario. Otro fue más contundente: “Qué ironía: una exministra de Defensa celebrando que le pidan bala a un presidente. Así es la doble moral de la derecha”.

El episodio dejó al descubierto la incoherencia política y ética de una figura que en su momento se jactó de representar la defensa de los valores democráticos y la institucionalidad. ¿Dónde quedó esa defensa cuando se trata de Petro o de Quintero? El silencio de Ramírez, su falta de autocrítica y su huida digital reflejan una peligrosa normalización del odio cuando proviene del propio bando.

Resulta escalofriante que una mujer que ocupó el Ministerio de Defensa, el mismo que debe garantizar la seguridad de todos los colombianos, celebre a quien llama a disparar contra sus opositores. Lo que hizo Marta Lucía Ramírez no fue un simple error de redes: fue una declaración simbólica de guerra contra el respeto y la democracia.

Borrar el trino no la libra de responsabilidad. La publicación existió, fue leída y aplaudida por sectores que ven en la violencia una forma de “empoderamiento”. Su silencio posterior confirma lo que muchos ya sospechaban: en la vieja política, pedir bala no escandaliza, mientras el blanco sea el presidente Petro o quien se atreva a pensar diferente.

Marta Lucía Ramírez pudo haber defendido la vida y la sensatez, pero eligió respaldar, aunque solo por unos minutos, el discurso de la intolerancia. Y ese gesto, por más que lo borre, ya quedó grabado para siempre en la memoria política de Colombia.

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