Petro vuelve a callar a la oposición: bajan los alimentos y se cae el cuento del “caos económico”

Colombia sorprende con una fuerte caída en los precios de varios alimentos, desmontando otra vez las alarmas de la oposición que aseguraba que todo sería “más caro” y que el país iba rumbo al colapso económico.

Colombia amanece con una sorpresa que deja callada a la oposición: los precios de varios alimentos empezarían a caer con fuerza en las próximas semanas, según un informe de Corficolombiana que ya tiene temblando a quienes juraban que “todo sería más caro” y que el país “iba directo a ser Venezuela”. Otra vez, la realidad les desmonta el discurso.

Los datos más frescos muestran que la inflación de alimentos podría cerrar el año con una histórica corrección a la baja. Corficolombiana prevé que en noviembre la canasta de alimentos tenga una variación de –0,23 %, todo un contraste con el aumento de 0,13 % registrado hace un año. Un desplome que nadie en la oposición quiere mencionar, pero que está ahí, contundente.

Según el informe, “el grupo de perecederos sería el principal factor detrás de la reducción en los precios, favorecido por un crecimiento de la oferta agrícola y por la caída intermensual en los costos de producción”, un mensaje que pone en evidencia que el país sigue avanzando y que los temores sembrados por los mismos de siempre no pasaron de ser un intento más de manipulación.

Mientras tanto, los alimentos procesados apenas mostrarían un leve incremento, algo totalmente manejable “en un contexto caracterizado por la desaceleración de los costos de producción de la industria alimentaria y la apreciación del tipo de cambio”, señala el informe. En otras palabras: nada del caos económico que prometían los alarmistas.

Aunque el DANE confirmó que ciertos productos han subido, como la yuca (+54,51 %), el café (+53,67 %) o la zanahoria (+47,87 %), la tendencia general del conjunto alimentario empieza a dar un giro que alivia a millones de familias. Y la clave está en el cierre del año: la inflación anual de alimentos bajaría a 6,27 %, desde el 6,64 % de octubre, frenando cuatro meses consecutivos de alzas.

El resultado es claro: ni se dispararon los precios, ni llegó el apocalipsis económico, ni Colombia “se volvió Venezuela”, como gritaban desde los micrófonos de siempre. Una vez más, los hechos desmontan las campañas de miedo, y el Gobierno de Gustavo Petro demuestra que, pese a las tormentas mediáticas, la economía sigue respirando y avanzando.

El país cierra el año con señales positivas, cifras alentadoras y una oposición que tendrá, otra vez, que inventarse un nuevo relato para intentar justificar sus predicciones fallidas.

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