Hoy se cumplen 22 años del brutal asesinato de Eudaldo León “Tito” Díaz Salgado, exalcalde del municipio de El Roble, Sucre. El 10 de abril de 2003, su cuerpo apareció torturado y sin vida, dos meses después de haber hecho una denuncia que estremeció al país… pero que fue ignorada por el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez.
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El crimen de Tito no fue un hecho aislado, fue un crimen político con sello paramilitar y estatal. El 1 de febrero de ese mismo año, durante un consejo comunitario en Corozal, Sucre, y frente a las cámaras, Tito tomó la palabra y le dijo directamente a Uribe: “Presidente, me van a matar. Si a mí me pasa algo, responsabilizo al gobernador Salvador Arana”.
¿La respuesta del Estado? Silencio. Poco después de su advertencia, el esquema de seguridad de Tito fue desmontado. Lo dejaron completamente expuesto. Dos meses más tarde, hombres armados lo secuestraron, lo torturaron y lo asesinaron con sevicia. Su crimen fue una ejecución con claros móviles políticos: Tito se atrevió a denunciar las redes de corrupción, los vínculos entre políticos y paramilitares, y el abandono institucional en su municipio.
#Atención📣 Durante audiencia de seguimiento al régimen de condicionalidad de Salvador Arana Sus, exgobernador de Sucre, por el asesinato de Eudaldo Díaz, exalcalde de El Roble, la representación de las víctimas denunció más de un año de dilaciones por parte de la Sala de… pic.twitter.com/awq03LZMal
— ColectivoDeAbogad@s (@Ccajar) April 10, 2025
El exgobernador Salvador Arana, a quien Tito señaló públicamente como su verdugo, fue condenado años después por ser el autor intelectual del crimen. Pero esa condena no ha sido suficiente para su hijo, Juan David Díaz, ni para la comunidad que sigue exigiendo justicia.
Hoy, 22 años después, Juan David no baja la voz. En su cuenta de X escribió este 10 de abril: “Hoy se cumplen 22 años del asesinato de mi padre el exalcalde de El Roble Sucre, 22 años y aún seguimos luchando contra la impunidad y las injusticias de la justicia. Sr @AlvaroUribeVel no descansaremos hasta que todos respondan.”
Y no está solo: mencionó a periodistas y congresistas comprometidos con la verdad, como @AlirioUribeMuoz y @JulianFMartinez.
Hoy se cumplen 22 años del asesinato de mi padre el exalcalde de El Roble Sucre, 22 años y aún seguimos luchando contra la impunidad y las injusticias de la justicia. Sr @AlvaroUribeVel no descansaremos hasta q todos respondan @AbadColorado @AlirioUribeMuoz @JulianFMartinez pic.twitter.com/Q5FYWJZmIx
— Juan David Diaz (@Juan_DDiaz) April 10, 2025
Tito no cayó por error. Lo mataron porque incomodaba. Porque tenía el valor de señalar a los poderosos. Porque puso el dedo en la llaga en una región infestada por la corrupción y el paramilitarismo, y lo hizo con dignidad, con palabras claras y sin miedo. Su asesinato fue una advertencia silenciosa para otros líderes sociales que hoy, dos décadas después, siguen siendo blanco de amenazas y crímenes.
¿Qué hizo Uribe tras la denuncia? Nada. Absolutamente nada. No activó una protección urgente. No pidió investigaciones. No desmontó las estructuras del poder mafioso en Sucre. A cambio, le retiraron la seguridad y lo dejaron solo. El mensaje fue claro: el Estado no lo iba a proteger.
Con el paso de los años, testigos, exjefes paramilitares como Salvatore Mancuso y declaraciones en la JEP han confirmado lo que muchos sabían desde el primer día: que el crimen de Tito fue parte de un plan sistemático para callar voces incómodas, imponer el miedo y blindar pactos de silencio.
#EnLaMemoria🌷Hoy se conmemoran 22 años del asesinato de Edualdo “Tito” Díaz, alcalde de El Roble.
— ColectivoDeAbogad@s (@Ccajar) April 10, 2025
Fue destituido injustamente de su cargo tras denunciar la corrupción en Sucre. Advirtió sobre el riesgo que corría su vida, pero no recibió las medidas de protección necesarias. pic.twitter.com/c2TcWyEuYp
Pero ni Tito, ni su hijo Juan David, ni las comunidades del Caribe colombiano se han resignado. Su memoria vive en las luchas del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE), en las causas ambientales que hoy lidera Juan David y en las voces de tantos que aún claman por justicia.
22 años después, el crimen de Tito Díaz sigue gritando en el corazón de un país que aún no ha podido mirar de frente sus heridas. Porque cuando un hombre le dice al presidente que lo van a matar… y lo matan… la historia no lo olvida. Y el pueblo tampoco.