¡Adiós a los apellidos del poder! Proyecto de ley quiere impedir que familiares de alcaldes y gobernadores lleguen al Congreso

Un proyecto de ley amenaza con romper los clanes familiares que han controlado alcaldías y gobernaciones, prohibiendo que parientes de mandatarios aspiren al congreso.

¡Se les podría acabar la guachafita! En el Congreso se cocinan cambios que podrían sacudir a los clanes políticos que han controlado departamentos y ciudades durante años. Un proyecto de ley, que pronto será debatido en la Comisión Primera del Senado, busca prohibir que familiares de alcaldes y gobernadores aspiren al Congreso, una medida que pretende frenar el nepotismo que ha sido habitual en la política colombiana.

El senador Alfredo De Luque, del partido de la U, explicó que la iniciativa tiene un objetivo claro: «Es un proyecto que precisamente lo que busca es acabar con el nepotismo en nuestro país. Alcaldes y gobernadores, cuando son elegidos, luego pretenden con el poder que adquieren, con la burocracia de la institución y con el presupuesto público, poner a sus familiares más cercanos a que aspiren al Congreso, elegirlos y heredar de una manera u otra el poder político».

De Luque subraya que el proyecto busca terminar con la concentración de poder familiar y garantizar que todos los colombianos tengan igualdad de condiciones para aspirar a una curul. «No hay igualdad de condiciones con las demás personas que quieren poner su nombre a disposición del pueblo colombiano para aspirar al Congreso», indicó.

El escándalo está servido: figuras como Arturo Char, Luis Díaz Mateus, John Amaya, María Lucía Villalba y varias esposas e hijas de alcaldes y gobernadores son ejemplos de cómo los clanes políticos han buscado perpetuar su dominio en el Congreso. Con esta ley, se acabaría la guachafita que por años permitió que los mismos apellidos manejen los hilos del poder regional y nacional.

El proyecto se centra en alcaldes y gobernadores porque, según De Luque, son ellos quienes manejan los presupuestos y la burocracia regional, herramientas que han usado para favorecer a sus familiares. No aplica de manera recíproca a los congresistas, quienes no tienen control sobre estas estructuras.

Aunque algunos podrían mirar la propuesta con recelo, De Luque confía en que la medida tendrá buen recibimiento y que podría probarse rápidamente en el Congreso, abriendo la puerta a una política más justa y a un futuro en el que el poder no se herede como si fuera un apellido.

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