Avanza proyecto de ley que obligaría a candidatos a debatir y que dejaría en evidencia a los que sin ideas que solo atacan a Petro

La derecha quedó temblando tras avanzar en el Congreso el proyecto que obliga a todos los candidatos a debatir, una medida que desnuda a quienes solo saben atacar a Petro pero nunca muestran propuestas.

La Comisión Primera de la Cámara encendió las alarmas en la derecha luego de aprobar, en primer debate, el proyecto de ley que obligaría a todos los candidatos a Presidencia, gobernaciones y alcaldías a pararse de frente en un debate público. La iniciativa, respaldada por el representante Duvalier Sánchez, dejó temblando a más de un aspirante que suele esconderse detrás de discursos vacíos y ataques contra Gustavo Petro, pero que nunca aparece cuando toca confrontar ideas.

Según Sánchez, este primer triunfo legislativo llegó después de una discusión intensa, pero con un consenso contundente: “Así garantizamos igualdad, transparencia y voto informado para toda la ciudadanía”, señaló el congresista, dejando claro que quienes rehúyen el debate son precisamente los que menos tienen para decirle al país. De hecho, advirtió sin rodeos: “Si usted no es capaz de ir a un debate, usted no es merecedor de gobernar una ciudad, un departamento o un país”.

El proyecto, construido bajo la premisa de #QueGanenLasIdeasNoLasMaquinarias, apunta a romper un viejo vicio de la política colombiana: los poderosos, especialmente los de siempre, que evitan los cara a cara porque carecen de propuestas y prefieren la estrategia fácil de repetir ataques contra el presidente Petro antes que exponer un programa serio. La MOE ha advertido que esta cultura de esconderse ha debilitado la deliberación democrática, dejando a la ciudadanía sin la posibilidad de comparar visiones reales de país.

La propuesta también trae un paquete de sanciones que ya puso nervioso al uribismo y a la oposición tradicional: reducción del 25 % de la financiación estatal para quienes no aparezcan, pérdida de espacios en medios públicos y la obligación de dejar el atril vacío en el escenario para que el país vea, sin maquillaje, quiénes son los candidatos que prefieren huir antes que debatir.

Además, el proyecto plantea que los debates sean organizados y transmitidos por RTVC, con una cobertura del 92 % del territorio nacional, garantizando que la información llegue incluso a las regiones históricamente marginadas. Una jugada que, por supuesto, incomoda a quienes prefieren mantener al electorado desinformado mientras ellos hacen política a punta de slogans contra Petro.

La aprobación en Comisión fue solo el primer paso, pero ya dejó claro quiénes están listos para debatir con argumentos y quiénes están sudando frío porque la época de esconderse detrás de la maquinaria podría estar llegando a su fin.

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