De las calles al Congreso: crece el apoyo entre los antioqueños para que Hernán Muriel salte a la política nacional

Cada vez son más los que piden que Hernán Muriel, el periodista incómodo para el uribismo, salte de las calles al Congreso y participe en la consulta del Pacto Histórico.

En Medellín, cada vez son más las voces que exigen que Hernán Muriel, periodista alternativo y director de Cofradía para el Cambio, dé el salto a la arena política y participe en la consulta del Pacto Histórico para convertirse en representante a la Cámara.

Muriel se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para la derecha antioqueña y el uribismo, sectores a los que ha enfrentado sin rodeos desde hace años. Desde su medio ha desafiado de frente la narrativa de los grandes conglomerados mediáticos que, según él, reproducen mentiras y ocultan realidades incómodas para el poder tradicional.

Su trabajo en las calles de Medellín le ha dado peso entre comunidades populares. Fue uno de los pocos periodistas que visibilizó los desalojos masivos durante la alcaldía de Federico Gutiérrez, denunciando públicamente los operativos que, según habitantes, dejaron a decenas de familias sin techo. Además, ha cubierto protestas, bloqueos y manifestaciones, siempre del lado de los sectores que respaldan el proyecto progresista y reclaman garantías para la verdad.

Muriel ha sufrido amenazas, censura y persecución. Ha denunciado públicamente la eliminación de murales críticos y la intimidación directa por parte de grupos afines al uribismo. Aun así, no se ha detenido: su presencia en marchas, plantones y asambleas barriales es constante y sus videos, virales entre quienes se sienten sin voz frente a los medios tradicionales.

Por eso, hoy desde distintos barrios de Medellín se escuchan gritos que apuntan a una sola meta: que Hernán Muriel ponga su nombre en la consulta del Pacto Histórico para que represente a Antioquia en la Cámara. Muchos ven en él un vocero natural de quienes se sienten excluidos, engañados y desinformados.

Por ahora, Hernán Muriel no ha confirmado públicamente si aceptará dar el salto a la política electoral. Sin embargo, su nombre ya empieza a sonar en reuniones barriales, colectivos de base y redes sociales, donde sus seguidores no dejan de insistir: “Queremos a Muriel en el Congreso”.

Para muchos en Antioquia, su candidatura sería un revés directo contra la hegemonía política de los clanes tradicionales que durante años han dominado la región y que, según denuncias, han silenciado voces incómodas. Ven en él a alguien que no solo denuncia desde un micrófono, sino que estaría dispuesto a poner la cara y a sentarse en el Capitolio para seguir enfrentando la censura, la corrupción y la desinformación desde adentro.

A sus seguidores no les basta con que informe desde las calles: quieren que Muriel lleve a la Cámara las historias de quienes han sido desalojados, de quienes han sido callados por la fuerza o por el miedo. Para ellos, su posible candidatura representa la oportunidad de tener un congresista que venga de los barrios, de las plazas públicas y de la protesta, no de acuerdos bajo la mesa ni de pactos burocráticos.

Medellín sigue expectante. ¿Se lanzará o no se lanzará? Esa es la pregunta que retumba en los cafés alternativos, en los muros llenos de grafitis y en los chats de activistas. Si algo ha dejado claro Hernán Muriel es que miedo no le tiene a nada. Y si decide entrar en la contienda, promete ser una piedra en el zapato para quienes prefieren que Antioquia siga en manos de los mismos de siempre.

También te puede interesar

Éste sitio web usa cookies, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de cookies