En Medellín, cada vez son más las voces que exigen que Hernán Muriel, periodista alternativo y director de Cofradía para el Cambio, dé el salto a la arena política y participe en la consulta del Pacto Histórico para convertirse en representante a la Cámara.
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Muriel se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para la derecha antioqueña y el uribismo, sectores a los que ha enfrentado sin rodeos desde hace años. Desde su medio ha desafiado de frente la narrativa de los grandes conglomerados mediáticos que, según él, reproducen mentiras y ocultan realidades incómodas para el poder tradicional.
Hay quienes miran estos espacios de construcción social y política con odio, impotencia, ira.
— Hernán Muriel (@Hernan_MurielP) July 19, 2025
Quisieran, como en el Paro Nacional, violentar, borrar la diferencia, destruir la diversidad. La respuesta siempre será la paz, la organización, el conflicto político de argumento e… pic.twitter.com/j1UIL2p2h1
Su trabajo en las calles de Medellín le ha dado peso entre comunidades populares. Fue uno de los pocos periodistas que visibilizó los desalojos masivos durante la alcaldía de Federico Gutiérrez, denunciando públicamente los operativos que, según habitantes, dejaron a decenas de familias sin techo. Además, ha cubierto protestas, bloqueos y manifestaciones, siempre del lado de los sectores que respaldan el proyecto progresista y reclaman garantías para la verdad.
😨 “USTED NO TIENE DERECHO A NADA POR SER ILEGAL”, ¿en serio esa es la forma en cómo un funcionario de la Alcaldía de Medellín de @FicoGutierrez debe tratar a un ciudadano al que están a punto de demolerle su casa en circunstancias extrañas y arbitrarias?
— Hernán Muriel (@Hernan_MurielP) July 1, 2025
El problema… pic.twitter.com/AzWUJsWWAj
Muriel ha sufrido amenazas, censura y persecución. Ha denunciado públicamente la eliminación de murales críticos y la intimidación directa por parte de grupos afines al uribismo. Aun así, no se ha detenido: su presencia en marchas, plantones y asambleas barriales es constante y sus videos, virales entre quienes se sienten sin voz frente a los medios tradicionales.
Una vez más empezó la arremetida de amenazas… dicen que nos van a buscar, que ya olemos a formol, y en mensajes privados es LO MISMO. Amenazas que van de la mano del discurso de políticos del Centro Democrático.
— Hernán Muriel (@Hernan_MurielP) May 27, 2025
La amenaza, la violencia, el acallamiento… son las únicas… https://t.co/tk5aj1bWLE pic.twitter.com/42IhLsF1Qm
Por eso, hoy desde distintos barrios de Medellín se escuchan gritos que apuntan a una sola meta: que Hernán Muriel ponga su nombre en la consulta del Pacto Histórico para que represente a Antioquia en la Cámara. Muchos ven en él un vocero natural de quienes se sienten excluidos, engañados y desinformados.
Por ahora, Hernán Muriel no ha confirmado públicamente si aceptará dar el salto a la política electoral. Sin embargo, su nombre ya empieza a sonar en reuniones barriales, colectivos de base y redes sociales, donde sus seguidores no dejan de insistir: “Queremos a Muriel en el Congreso”.
Para muchos en Antioquia, su candidatura sería un revés directo contra la hegemonía política de los clanes tradicionales que durante años han dominado la región y que, según denuncias, han silenciado voces incómodas. Ven en él a alguien que no solo denuncia desde un micrófono, sino que estaría dispuesto a poner la cara y a sentarse en el Capitolio para seguir enfrentando la censura, la corrupción y la desinformación desde adentro.
A sus seguidores no les basta con que informe desde las calles: quieren que Muriel lleve a la Cámara las historias de quienes han sido desalojados, de quienes han sido callados por la fuerza o por el miedo. Para ellos, su posible candidatura representa la oportunidad de tener un congresista que venga de los barrios, de las plazas públicas y de la protesta, no de acuerdos bajo la mesa ni de pactos burocráticos.
Medellín sigue expectante. ¿Se lanzará o no se lanzará? Esa es la pregunta que retumba en los cafés alternativos, en los muros llenos de grafitis y en los chats de activistas. Si algo ha dejado claro Hernán Muriel es que miedo no le tiene a nada. Y si decide entrar en la contienda, promete ser una piedra en el zapato para quienes prefieren que Antioquia siga en manos de los mismos de siempre.





