Después de 20 años de despojo, campesinos recuperan tierras de Las Pavas gracias al Gobierno Nacional

Los campesinos de Las Pavas, Bolívar, recuperaron sus tierras, marcando un hito en la restitución de derechos agrarios en Colombia.

Después de más de dos décadas de resistencia y lucha, la comunidad campesina de Las Pavas, en el municipio de El Peñón, Bolívar, finalmente celebró la recuperación de sus tierras. La multitud estalló en aplausos mientras el presidente Gustavo Petro, en un discurso cargado de simbolismo, anunciaba la devolución de las tierras que les habían sido arrebatadas por los paramilitares en 2003. “Este es un gobierno para el campesinado, no para terratenientes o despojadores”, subrayó Petro.

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El Gobierno Nacional entregó 50 resoluciones de adjudicación y títulos de propiedad sobre los predios Chipre I y II, y El Provenir, en Buenos Aires. La Agencia Nacional de Tierras (ANT) destacó que esta entrega marca un punto de inflexión en la historia agraria del país, poniendo fin a más de 20 años de conflicto y restaurando los derechos de los campesinos que, tras una prolongada lucha legal, finalmente obtienen la justicia que merecen.

Las Pavas, un conjunto de 14 predios que abarcan 3.000 hectáreas, se convirtió en un símbolo del despojo de tierras en Colombia. En 1997, tras el abandono de los terrenos por parte del propietario original, Jesús Emilio Escobar Fernández, hermano de Gustavo Escobar Fernández, 123 familias de la región se establecieron en el área, iniciando cultivos de subsistencia y formando la Asociación de Campesinos de Buenos Aires (Asocab).

A lo largo de los años, la comunidad enfrentó el acoso de paramilitares y la oposición legal de la empresa palmicultora Aportes de San Isidro, que reclamaba la propiedad de las tierras. Sin embargo, decisiones judiciales en 2012 y 2013 reconocieron los derechos de los campesinos, declarando la extinción de dominio sobre tres de los predios principales y afirmando que los otros 11 eran baldíos de la nación, susceptibles de ser adjudicados a familias campesinas.

A pesar de estos avances legales, la adjudicación definitiva de los predios enfrentó múltiples retrasos, lo que llevó a los campesinos a enviar una petición en 2021 a la ANT, instando a la entidad a completar el proceso. Ahora, con la entrega oficial de las tierras, se cierra un capítulo de lucha y resistencia para la comunidad de Las Pavas.

La ocupación paramilitar de Las Pavas comenzó en 1999, cuando un grupo de 30 hombres armados, bajo las órdenes de Salvatore Mancuso, se estableció en la finca para asegurar la llegada de Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40, comandante del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Este control se mantuvo a lo largo de los años, con incursiones adicionales en 2000 y 2004, orquestadas por Vicente Castaño, para reafirmar la presencia paramilitar en la zona.

En su discurso, el presidente Petro también hizo referencia a otro caso emblemático de despojo de tierras: la hacienda Bellacruz, que se extiende por 22.000 hectáreas entre Pelaya, La Gloria y Tamalameque. Esta hacienda, originalmente adquirida por Alberto Marulanda Grillo, ha sido objeto de un conflicto agrario desde que miembros de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (Anuc) ocuparon partes de sus tierras en 1986, argumentando que eran baldíos.

Petro cuestionó públicamente la falta de resolución en este caso, preguntándose por qué la hacienda Bellacruz aún no ha sido devuelta a los campesinos y por qué sigue en manos de quienes han sido acusados de despojo. El mandatario instó a las autoridades competentes a aclarar la situación y garantizar que se haga justicia para las familias afectadas.

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