La detención del congresista de Cambio Radical revivió fantasmas del pasado.
El excoronel Hugo Aguilar es considerado uno de los hombres más poderosos del departamento de Santander y padre de una de las dinastías políticas que continúan definiendo la parada en ese sector del país.
Sin embargo, los escándalos a su alrededor son múltiples y bastante graves teniendo en cuenta la historia reciente de Colombia.
Para empezar, es preciso decir que la Corte Suprema de Justicia condenó a Aguilar a nueve años de prisión por haberse aliado con paramilitares para llegar a la Gobernación de Santander en el año 2003.
El también excoronel de la Policía, había logrado honrosas distinciones cuando salió en todos los medios como el oficial de esa institución que encabezó el operativo que le puso fin a la vida de Pablo Escobar, incluso, en una entrevista y después de una revelación del periodista Daniel Coronell, Aguilar aceptó que él sí se había robado el arma que tenía el jefe del Cartel de Medellín cuando fue dado de baja.
A partir del año 2007, al exgobernador de Santander le empezaron a airearle presuntos malos manejos administrativos relacionados con la adjudicación irregular de contratos en la industria Licorera de Santander y en la apuesta del chance; la construcción de una ostentosa mansión en un lugar exclusivo de la ciudad y de una hacienda similar a su proyecto insignia: el Parque Nacional Chicamocha (Panachi).
También lo señalaron de presuntos pagos de nóminas paralelas entre amigos y familiares de políticos que apoyaron su campaña. Cabe resaltar que ninguna de esas denuncias prosperaron.
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Es importante decir que Hugo fue recapturado en diciembre de 2019 en el aeropuerto de Palonegro de Bucaramanga tras una orden de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia por un lujoso Porsche que había adquirido.
La recaptura se dio porque Aguilar negaba que tenía recursos para reparar a las víctimas del conflicto armado y por eso llegó a un acuerdo en 2014 con la Unidad de Víctimas para pagar cuotas de 500.000 pesos para ese objetivo, pero en realidad la Procuraduría descubrió la adquisición del Porsche y de la fortuna de más de 10.000 millones de pesos que tenía su esposa, por lo que pidió que se revocara la libertad condicional.