La novela política del momento dejó un sabor amargo: Jennifer Pedraza, la carta feminista de Dignidad & Compromiso, quedó relegada mientras la coalición ‘Ahora Colombia’, que incluye al partido cristiano MIRA, escogió a Juan Sebastián Gómez como cabeza de lista al Senado. Y aunque todos lo niegan, en los pasillos ya se habla de que la joven representante fue sacrificada por sus banderas feministas en una alianza donde conviven mundos ideológicos que jamás habrían compartido mesa, hasta ahora.

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El presidente del MIRA, Manuel Virgüez, intentó apagar el incendio diciendo en La W que su partido no vetó a nadie: “No vamos a centrar el debate en lo personal, ni por su creencia, ni por su filosofía, ni por su ideología”, aseguró, insistiendo en que no descartaron a Pedraza por su postura política. Incluso recalcó: “Somos el único partido cristiano que tiene 60% de mujeres que son congresistas, concejalas y diputadas”, y recordó que fueron autores de la ley antidiscriminación. Pero sus palabras no convencieron a todos.
Lo de @JenniferPedraz me pareció un desastre de la alianza que arrancó el Nuevo Liberalismo, Diginidad y Mira fue una cachetada pública de esas que a diario en tantos espacios recibimos las mujeres. Colombia necesita más mujeres tomando decisiones.
— Catalina Suárez B. (@CatalinaSuarezB) November 25, 2025
Y necesita, sobre todo, que… https://t.co/Zti0YpFCjM
La versión oficial señala que cada colectividad presentó un nombre y que, tras múltiples desacuerdos, terminó surgiendo la opción de Gómez. “Nosotros postulamos a la primera vicepresidenta del Senado, la senadora Ana Paola Agudelo; Dignidad y Compromiso presentó a Jennifer Pedraza y el Nuevo Liberalismo consideró inicialmente a Alejandro Gaviria y luego a otros nombres”, explicó Virgüez. Sin embargo, detrás del “consenso” muchos ven otra historia.
Porque la realidad es que Pedraza sí estuvo sobre la mesa. Ella misma agradeció en redes la propuesta, y el exsenador Jorge Robledo reveló que su nombre fue debatido en la reunión interna de la coalición. Pero, de un momento a otro, desapareció de la competencia. Y no fue Gaviria quien ocupó su lugar, como se esperaba, sino Gómez González, actual primer vicepresidente de la Cámara.
¿Casualidad? ¿O una jugada quirúrgica para sacar a una mujer feminista del primer renglón en una alianza donde pesa un partido religioso conservador?
¿Será cierto que @juanmanuelgalan le negó la cabeza de lista a @JenniferPedraz porque el partido Mira no quería a una feminista liderando?
— Ana BejaranoRicaurte (@AnaBejaranoRG) November 25, 2025
Ceder a los antiderechos: qué buena forma de conmemorar el #25N.
La paradoja es brutal: Pedraza, que ha dedicado su carrera a denunciar el machismo, terminó aliada con un partido que muchos sectores feministas consideran antiderechos. Y esa misma alianza terminó dejándola por fuera. Un boomerang político que hoy le está pasando factura.
Mientras tanto, el comunicado oficial de la coalición vendió el resultado como un acuerdo ejemplar. Aseguraron que Gómez “encarna un liderazgo regional con proyección nacional que integra desde la diversidad, defiende la Constitución y promueve un ejercicio político respetuoso de las diferencias”. Y el propio Gómez celebró: “Agradezco la confianza de la coalición Ahora Colombia y asumo con responsabilidad el reto de encabezar la lista al Senado”.
Pero detrás del tono diplomático, la molestia explotó. Según fuentes del Nuevo Liberalismo, la mención pública del nombre de Pedraza generó tensiones porque “ya había un pacto preliminar” para que Alejandro Gaviria liderara la lista. Su entrada abrupta habría enfurecido a sectores que no estaban dispuestos a ceder ese protagonismo.
Al final, nadie quedó contento: Gaviria salió perdiendo, Pedraza quedó fuera y el MIRA salió fortalecido con un candidato cercano a su línea. Una jugada que muchos interpretan como un mensaje claro: en esta coalición, el feminismo no tuvo cómo ganar.
Y la pregunta queda flotando: ¿Dignidad & Compromiso entregó a su figura más visible a una coalición donde, desde el primer día, el veto silencioso ya estaba escrito? Porque, aunque todos lo niegan, el resultado habla por sí solo.





