Hace algunas horas la Revista Cambio que dirige el destacado periodista, Daniel Coronell, reveló un hecho que tuvo lugar en Palmira, Valle del Cauca en el 2020 (el año de la pandemia).
La investigación involucra a civiles, 2 agentes de la Sijin y a una fiscal que fue trasladada al departamento de Nariño luego de que pretendiera escalar este caso.
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Todo “inició en una bodega del municipio de Palmira, a donde llegaron policías de la Sijin a incautar un cargamento de 1.000 kilogramos de cocaína. Las panelas, envueltas en plástico verde y con las marcas 212, A1 y +73, estaban camufladas en la parte inferior de la carrocería de una tractomula, la cual fue transportada con toda la mercancía hasta las oficinas de la Sijin en Palmira. Allí permaneció tres días hasta que, el 11 de junio de 2020, el entonces mayor Giovanni Buitrago Martínez, director de la Sijin del Valle, decidió trasladar, junto con sus hombres, toda la droga hasta una ladrillera que quedaba en un paraje entre los municipios de Buga y Tuluá“, indica Cambio.
En horas de la noche, el capitán Henry Vizcaya, comandante de la Policía de carreteras en ese sector, reportó a la Fiscalía que había recibido información acerca de que se estaban robando la droga de la ladrillera y que procedía a realizar un operativo relámpago.
El operativo se realizó pero no arrojó ningún resultado, pues hombres encapuchados ya se habían escapado con la droga. “Durante la huida, uno de los hombres tiró el celular, que la Fiscalía recogió cuando llegó al sitio. La fiscal Silvana Uribe López, quien asumió el caso, determinó que el celular pertenecía al agente de la Sijin Osley Antonio Triviño Noreña, uno de los encapuchados. Al acceder a su celular, la fiscal también encontró conversaciones en lenguaje cifrado con un hombre con el que se había reunido el día anterior en Cali, justamente para hablar de la recuperación de la cocaína. Por la marca que tenían las panelas y por las pesquisas de la Inspección General de la Policía, se pudo constatar que se trataba de cocaína de los socios narcotraficantes del Clan del Golfo en el norte del Valle“.
Tiempo después se supo que 989 kilos de cocaína incautada desaparecieron. La Fiscalía conoció información de que la droga salió por el Puerto de Buenaventura con destino a Centroamérica y Estados Unidos.