En pleno siglo XXI y en la capital del país, la periodista y presentadora de RTVC, Yajaira Perea, fue blanco de un vergonzoso episodio de racismo que reabre una herida que Colombia se niega a cerrar: la discriminación descarada y sin filtros.
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Todo ocurrió la mañana del jueves 17 de julio dentro de un bus del SITP. Sin mediar palabra, una pasajera se sentó a su lado solo para vomitar insultos racistas que aún retumban en redes: “Negra asquerosa, negra hijueputa”, relató la comunicadora en su cuenta de X.
Perea, quien alcanzó a grabar los momentos posteriores, contó que la agresora la siguió de asiento en asiento, como si la humillación no fuera suficiente. “Opté por decirle que eso era un delito y no una simple opinión”, advirtió la periodista, quien no se quedó callada ni permitió que el ataque quedara impune.
Gracias a su denuncia a la línea 123 y a la acción decidida del conductor, el bus se desvió hasta el CAI de Lisboa. Allí, con el apoyo de la Policía Metropolitana de Bogotá, se comprobó que no había malentendido: la agresora no negó ni una sola palabra.
Fui víctima de racismo en el SITP.
— Yajaira Perea (@YajaPerea_) July 17, 2025
Una señora se sentó a mi lado solo para decirme: “negra asquerosa, negra hijueputa”.
Me cambié de puesto (había unas 10 sillas libres), pero ella siguió.
Respondí con claridad: “Esto no es una opinión, es un delito.”
Llamé al 123
Va hilo 🧵 pic.twitter.com/QI5NLGHPEc
“El conductor paró en el CAI más cercano (Lisboa Kr. 7 # 130) y acompañó el procedimiento. Confirmó que la señora se subió, y sin mediar palabras, me agredió verbalmente. Ella intentó escapar, pero no se lo permitieron”, relató la periodista, agradecida por la solidaridad del chofer.
La mujer, acorralada por la evidencia y testigos, soltó una excusa que indigna aún más: “Yo le dije negra hijueputa, esas fueron mis palabras y acepto que se lo dije, cometí un error y no sabía que eso era un delito. Le pido perdón a ella. Yo tengo amigas de la Costa que son negras y no soy racista, simplemente se me salió”.
Mientras tanto, la periodista, firme, calificó el racismo como un acto “cobarde y estructural” que consume tiempo y energía que jamás debería desperdiciarse defendiéndose de la ignorancia.
El conductor paró en el CAI más cercano (Lisboa Kr. 7 # 130) y acompañó el procedimiento.
— Yajaira Perea (@YajaPerea_) July 17, 2025
Confirmó que la señora se subió, y sin mediar palabras, me agredió verbalmente.
Ella intentó escapar, pero no se lo permitieron.
Aquí asume su “error” y sostiene “no ser racista”. 👇🏾 pic.twitter.com/NC9H2ckp3F
En medio de su relato, Perea no dudó en agradecer a quienes no la dejaron sola: “Agradezco a la Policía Nacional por la atención clara y oportuna. Al conductor, que no solo se detuvo, sino que estuvo disponible para acompañar lo que sucedió en su ruta. Y a mi amiga Carito Mayo por responder a mi llamado, abrazarme y darme el soporte que necesitaba”, expresó.
Pero su denuncia no se quedó en redes: lanzó un mensaje contundente a quienes hoy tienen la responsabilidad de garantizar que los buses no se conviertan en escenarios de odio: “Hago un llamado a Carlos Fernando Galán, María Fernanda Ortiz y Etib Sas a implementar ya protocolos contra el racismo en el Sistema de Transporte Público de Bogotá. El mío no fue el primer caso, ni será el último. Me pongo a disposición para aportar y construir. ¡Esto no puede seguir pasando!”, sentenció.
El país entero debe preguntarse: ¿cuántas agresiones más necesita ver Bogotá para despertar del letargo racista que golpea a sus ciudadanos más vulnerables?





