Petro lanza ultimátum: recortará a los más ricos si el Congreso sabotea el presupuesto general de la nación para 2026

Si el Congreso hunde su presupuesto histórico, Petro advierte tijera directa a los ricos: no tocará un peso de salud, educación o justicia social.

¡Se acabaron los privilegios silenciosos! El presidente Gustavo Petro volvió a sacudir la escena política con una advertencia sin rodeos: si el Congreso se atreve a hundir el Presupuesto General de la Nación para 2026, los recortes no tocarán a los pobres, sino al gran capital. Una amenaza directa a los sectores más adinerados del país que, durante décadas, se han beneficiado del poder sin rendir cuentas al país que dicen amar.

Con una propuesta de $557 billones, la más alta jamás presentada en la historia de Colombia, el Gobierno radicó ante el Legislativo su ambicioso plan económico. El ministro de Hacienda defendió la iniciativa asegurando que se trata de una estrategia para consolidar la economía nacional, con enfoque en inversión social, salud, educación y justicia.

Pero apenas radicado el proyecto, la élite política salió a gritar. La senadora María Fernanda Cabal, férrea opositora y precandidata presidencial, no se guardó su veneno: “No sueñe Petro. Su presupuesto por $556 billones de pesos será negado como también la reforma tributaria con la que pretenden sacarle más plata a los colombianos que no han visto obras, seguridad, vivienda, salud o educación, solo corrupción”.

La respuesta del mandatario no se hizo esperar, y fue lapidaria: “Entonces toda transferencia a sectores del gran capital se recortará. Lo que no se recortará es el dinero que va a la justicia social, la educación y la salud”, lanzó Petro, dejando claro que no jugará con el hambre del pueblo para satisfacer a los poderosos.

Y como si fuera poco, la congresista Lina María Garrido se sumó al coro de los privilegiados, asegurando que el presupuesto está desfinanciado y que solo es una excusa para imponer una nueva reforma tributaria. Lo que no dicen ni Cabal ni Garrido es que la única forma de cubrir los enormes vacíos que dejaron décadas de desigualdad es haciendo que los que más tienen, por fin paguen lo que deben.

Además, la situación internacional no ayuda. Estados Unidos, bajo la línea del trumpismo, recortó en un 50% la ayuda económica para Colombia, dejando en el aire fondos clave para lucha antidrogas y programas sociales. Frente a eso, Petro no titubeó: “Con la reducción de ayudas de los EE. UU., lo que hay que hacer, como país digno, es aumentar la base de tributación de los sectores más ricos del país”, trinó el jefe de Estado, señalando además que “los más ricos son dueños de la prensa y de la financiación de las campañas y partidos”.

En otro fuerte dardo a los medios y a las élites, remató: “La prensa colombiana debe sacar lecciones de lo que pasó en estos días. Ser vocera del interés de una persona sub judice y atacar al mismo tiempo y atemorizar a la justicia es una profunda perversión periodística”.

Lo cierto es que Petro no piensa ceder ante las amenazas de la derecha ni los caprichos de los sectores económicos que durante años maniobraron para impedir que los recursos llegaran a quienes más lo necesitan.

Y mientras la oposición hace cálculos políticos, el pueblo colombiano espera que este presupuesto histórico no vuelva a ser bloqueado por la mezquindad de unos pocos que jamás han sabido lo que es vivir con hambre, sin acceso a salud, educación o vivienda.

El mensaje del presidente es claro: si el Congreso le cierra la puerta al pueblo, él cerrará la chequera del poder.

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