Petro le puso freno a los discursos incendiarios de Vicky: su llamado a la desobediencia militar podría llevarla a la cárcel por sedición

El presidente Gustavo Petro anunció que denunciará por sedición a quienes, como Vicky Dávila, inciten a las Fuerzas Armadas a desobedecer al jefe de Estado.

En medio de un acto público en Zipaquirá, el presidente Gustavo Petro lanzó un fuerte mensaje que sacudió el escenario político colombiano: pidió a las oficinas jurídicas del Gobierno radicar denuncias por sedición contra los precandidatos y periodistas que llamen a la Fuerza Pública a desobedecer al jefe de Estado. El blanco de su advertencia: la precandidata presidencial Vicky Dávila.

Todo empezó cuando, en un evento en Sabaneta (Antioquia), Dávila, con megáfono en mano, llamó a los militares a ignorar las órdenes del mandatario: “Hoy les digo a nuestras Fuerzas Armadas de Colombia: ¡no obedezcan a Petro! ¡Obedezcan a la Constitución!… ¡No obedezcan a Petro, obedezcan la Constitución!”. Una frase que desató un huracán político y que, según Petro, no solo es irresponsable, sino que atenta contra la democracia.

El jefe de Estado fue contundente: “Ningún miembro de un Estado armado puede disparar contra la humanidad, atacar jóvenes desarmados o destruir pueblos y culturas”. Y añadió que quienes promuevan la desobediencia militar “están en contra de la Constitución” y, por lo tanto, deberán responder ante la justicia.

La confrontación escaló después de que Dávila acusara al Gobierno de querer aliarse con el “Cartel de los Soles” en Venezuela, a propósito de la orden de Petro al ministro de Defensa de articular acciones con las Fuerzas Armadas de ese país para enfrentar a grupos ilegales en la frontera. “Maduro es un narcodictador”, gritó Dávila en tono desafiante, insistiendo en que Petro busca una peligrosa alianza.

Pero el presidente no se quedó callado. Desde Zipaquirá, en la instalación de la primera piedra de la Facultad de Inteligencia Artificial, le envió un dardo directo a sus detractores: “Si hay candidatos, señores, señoras o periodistas que están insinuando que hay que desobedecer esa orden, deben ser denunciados por sedición. Eso significaría que sí hay que matar a la juventud”.

El Código Penal colombiano es claro: el delito de sedición se configura cuando alguien, mediante las armas, busca impedir el libre funcionamiento del régimen constitucional. Y según Petro, los llamados de Dávila van justo en esa dirección.

Vicky agita las calles con discursos incendiarios, pero Petro responde con la Constitución en la mano y con una advertencia lapidaria: quien invite a los militares a desconocer al presidente, se enfrentará a la justicia.

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