“¡Quieren callar a la justicia!”: Jueza que condenó a Uribe está bajo amenazas de muerte y piden protección internacional

La jueza Sandra Liliana Heredia, quien condenó a 12 años al expresidente Álvaro Uribe, enfrenta amenazas de muerte y una campaña de odio que hoy pone en riesgo su vida y la independencia de la justicia en Colombia.

La polémica no da tregua tras la histórica condena de 12 años al expresidente Álvaro Uribe Vélez. Ahora, la jueza que se atrevió a sentenciarlo, Sandra Liliana Heredia, enfrenta un panorama aterrador: amenazas de muerte, estigmatización y una campaña feroz de desprestigio que la tiene contra las cuerdas.

El Fondo de Solidaridad con el Poder Judicial (Fasol) encendió las alarmas y pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) medidas cautelares inmediatas para proteger a la togada y a su familia. Según la organización, lo que está en juego no es solo la vida de la magistrada, sino la independencia misma de la justicia en Colombia.

“Colombia debe saber que la violencia contra el poder judicial no ha cesado: en los últimos tres años cada nueve días ha habido un ataque contra jueces, fiscales y empleados. Ese contexto de barbarie ha significado 1.487 episodios de asesinatos, desapariciones forzadas, secuestros, amenazas y exilios, con un trasfondo que busca obstruir la acción de la justicia”, alertó Fasol en un comunicado estremecedor.

La jueza Heredia, quien halló culpable al expresidente de fraude procesal y soborno en actuación penal, ha sido blanco de una ofensiva despiadada: mensajes de odio, calificativos como “aliada de la insurgencia” y ataques mediáticos que ponen en riesgo su seguridad y buscan amordazar la justicia.

“Esta solicitud de protección se presenta con ocasión de la arremetida intimidante de que ha sido y sigue siendo víctima la jueza Heredia Aranda, que en un contexto de polarización política puede constituir el principio de cumplimiento de las amenazas recibidas y que buscan, en el fondo, callar a la justicia para que no se investiguen conductas punibles cometidas por encumbrados personajes”, advirtió Fasol.

La organización denunció además que las declaraciones altisonantes del propio Uribe, de sus allegados e incluso de voces extranjeras han contribuido a generar un clima de hostilidad que amenaza la independencia judicial.

“Las decisiones de los jueces deben respetarse y cuestionarse únicamente a través de los recursos legales. Debe cesar de inmediato la campaña de desprestigio y los ataques mediáticos que ponen en peligro la vida de la doctora Heredia”, remarcó el organismo.

Fasol pidió a la Fiscalía investigar con prioridad las amenazas y al Gobierno tomar medidas urgentes para salvaguardar la vida de la jueza y de su entorno familiar. “Esto no da espera”, sentenció.

Con la condena contra Uribe aún en apelación, lo que hoy se libra en Colombia no es solo una batalla jurídica, sino un pulso brutal entre la justicia y la intimidación. Y en medio de ese fuego cruzado, la vida de una jueza valiente pende de un hilo.

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