¡Se les cae el negocio! Petro exige reabrir investigación que destapa el volteo de tierras que habría favorecido al círculo de Andrés Pastrana

El presidente Gustavo Petro destapó un viejo escándalo que la derecha quiso sepultar: el millonario volteo de tierras en San Simón que habría enriquecido a aliados del pastranismo mientras Bogotá no recibió un solo peso. Ahora pide reabrir la investigación y apunta a presiones políticas desde EE. UU.

El presidente Gustavo Petro volvió a encender un foco que la vieja clase política había dejado enterrado por más de veinte años: el escandaloso volteo de tierras en la hacienda San Simón, un negocio multimillonario que, según él, llenó los bolsillos de exfuncionarios del gobierno de Andrés Pastrana y de constructoras privadas con profundas conexiones en la derecha colombiana. El mandatario pidió reabrir la investigación y advirtió que detrás de ese entramado, que disparó el valor del suelo en el norte de Bogotá, se esconden intereses que hoy lo presionan desde Washington.

Petro reconstruyó públicamente la decisión tomada entre 1998 y 2000 por el Ministerio de Ambiente, cuando se permitió pasar la hacienda San Simón de suelo rural a suburbano. Aquella movida, que pasó casi desapercibida mientras la oposición miraba hacia otro lado, fue el chispazo que convirtió una zona ambientalmente sensible en una máquina de hacer dinero para unos pocos. “La conversión de tierra rural en suburbana benefició a quien compró la hacienda San Simón al anterior dueño en ese precio rural”, recordó el presidente, señalando que la ciudad jamás recibió un peso de la plusvalía que exige la ley.

Entre los nombres que reaparecen en este viejo expediente, Petro hizo referencia a personajes de la élite política del pastranismo: Alexandra Kling Mazuera, esposa del entonces canciller Guillermo Fernández de Soto, dueña de uno de los lotes favorecidos, y Nohra Puyana, exprimera dama, con predios contiguos en la misma zona. “El lote de Amarilo en Lagos de Torca sobre la antigua hacienda San Simón era de la señora Kling Mazuera […] Contiguo a ese lote estaba el de Nohra Puyana”, denunció el mandatario, dejando abierta la pregunta de si esas tierras aún permanecen en alianzas con las constructoras que hoy gobiernan el negocio inmobiliario en la Sabana.

La operación fue tan rentable que pasó de valores rurales de $30.000 por metro cuadrado en 1998 a precios urbanos que hoy pueden superar los $5 millones por metro cuadrado en zonas de alta densidad. La plusvalía calculada por Petro es descomunal: 6 billones de pesos, de los cuales 1,5 billones habrían terminado en zonas asociadas a Kling Mazuera y Puyana. En paralelo, la ciudad no solo no recibió beneficios, sino que ahora carga con los costos de infraestructura: “El Distrito no ha recibido un peso. Al contrario, se busca que la Nación pague la ampliación de la Autonorte”, advirtió el presidente.

Pero el caso San Simón no solo destapa privilegios locales. Petro conectó esta historia con figuras clave de la derecha internacional. En el centro del entramado situó a los hermanos Moreno: Roberto Moreno, dueño de Amarilo; Alberto Moreno, exministro de Pastrana y expresidente del BID; y Bernie Moreno, hoy senador republicano en Estados Unidos y uno de los voceros más agresivos contra el presidente colombiano. “El robo del Banco del Pacífico, del que fue genio Alberto Moreno […] es la causa del odio del senador Bernie Moreno, que busca ponerme traje naranja en EEUU aprovechando su relación con Trump”, lanzó Petro, agregando que estas presiones políticas están relacionadas con la disputa por el territorio en Bogotá.

El mandatario también recordó que el volteo de tierras en la Sabana tiene un origen aún más oscuro, vinculado a redes de lavado de activos y a estructuras nacidas en el paramilitarismo: “Arranca con las ilusiones fáusticas de los lavadores de dólares del volteo de tierras de la sabana, cuyo fundador […] fue Ángel Gaitán Mahecha, fundador del paramilitarismo en el centro del país”.

La oposición intenta minimizar el escándalo y justificar una práctica que durante años normalizaron en beneficio de sus propios aliados, pero Petro anunció que solicitará reactivar la investigación y que emprenderá acciones legales en Estados Unidos para desmontar las presiones políticas en su contra. “Por mi parte mostraré con mis abogados en EEUU cómo la decisión de Trump fue arbitraria y deberá indemnizar a mi familia”, declaró.

El caso ahora queda en manos de los entes de control, pero lo que sí es claro es que la expansión urbana de la Sabana, en especial Lagos de Torca, donde se proyecta construir 135.000 viviendas, ha sido durante décadas el reino donde la derecha ha volteado, inflado y explotado la tierra a su antojo, dejando a Bogotá sin los recursos que por ley le corresponden y beneficiando a quienes siempre se han lucrado de lo que no les pertenece.

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