¡Se quedaron con las ganas! Congreso hunde condecoración a senadores gringos y deja en ridículo a los arrodillados del uribismo

El Congreso le cerró la puerta al servilismo: la Cámara hundió la polémica proposición del uribismo que buscaba condecorar a senadores estadounidenses aliados de Trump y críticos de Petro.

El intento del Centro Democrático por congraciarse con el ala trumpista de Estados Unidos terminó en un estruendoso fracaso. En una votación llena de tensión, la Cámara de Representantes le dio una cachetada política al proyecto que pretendía condecorar a los senadores colombo-estadounidenses Bernie Moreno y Rubén Gallego, dos figuras que, según la oposición, han sido protagonistas de los ataques y presiones contra el gobierno del presidente Gustavo Petro.

La proposición, presentada por Juan Fernando Espinal, uno de los más fervientes defensores del expresidente Álvaro Uribe, se vino abajo tras dos votaciones que dejaron en evidencia el aislamiento del uribismo dentro del Congreso. En el primer intento, la iniciativa empató con 52 votos a favor y 52 en contra, pero en la segunda ronda la balanza se inclinó con fuerza: 48 representantes dijeron “no” frente a 47 que siguieron a Espinal.

El congresista justificó su propuesta alegando que los senadores norteamericanos habían trabajado para “evitar dificultades económicas” entre ambos países y acusó al presidente Petro de deteriorar las relaciones bilaterales. “En los últimos meses, se ha evidenciado una preocupante pérdida de confianza entre ambos gobiernos… apoyamos el trabajo de los senadores estadounidenses Bernie Moreno y Rubén Gallego, quienes han reiterado su respaldo a nuestra democracia”, afirmó Espinal, intentando defender lo indefendible.

Pero el Congreso no comió cuento. Desde las bancadas del Pacto Histórico salieron con todo a denunciar lo que consideraron una vergonzosa muestra de servilismo político hacia Washington. El representante David Racero fue tajante: “Congresistas del Centro Democrático me atacan de manera virulenta por impedir que condecoraran a nombre de toda la Cámara de Representantes a un senador como Bernie Moreno, que no ha hecho otra cosa sino insultar al presidente, sabotear las relaciones comerciales entre Colombia y Estados Unidos… Nosotros nos oponemos a esa condecoración porque no tiene ningún argumento”.

En la misma línea, Alejandro Ocampo lanzó uno de los discursos más aplaudidos de la jornada. “Pueden condecorarlo sin el voto de esta Cámara. Pero no sean tan arrodillados de pedirle a la Cámara de Representantes que condecore a un tipo que está en contra del país, que quiere imponer sanciones, quitar presupuesto y expulsar migrantes colombianos. Ustedes pueden ser lambones, pero hay que tener algo de dignidad. Y esta Cámara tiene dignidad”, disparó, arrancando aplausos y caras largas entre los defensores de Espinal.

La votación se convirtió así en un golpe directo a la narrativa del uribismo, que quiso disfrazar de “acto diplomático” lo que en realidad era un gesto de pleitesía ante los aliados de Donald Trump. Espinal, visiblemente molesto, respondió con ataques a la bancada de Gobierno, acusándolos de “defender dictaduras” como la de Venezuela. Pero su discurso sonó vacío frente a una plenaria que le recordó que Colombia no necesita arrodillarse ante ningún poder extranjero para defender su soberanía.

La derrota dejó claro que el Congreso no está dispuesto a convertir el Capitolio en una sucursal del trumpismo, ni a premiar a quienes se han dedicado a desprestigiar al país desde Washington. La Cámara habló fuerte y claro: la dignidad nacional no se condecora con los enemigos del país, se defiende votando en contra de la sumisión.

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