Soacha deja de ser símbolo de falsos positivos y se levanta como tierra universitaria gracias al Gobierno del Cambio

Soacha deja atrás la sombra de los falsos positivos del uribismo y se convierte en tierra universitaria: en 2026 abrirán dos sedes públicas con más de 5.000 cupos para jóvenes.

Soacha, municipio golpeado en el pasado por el horror de los falsos positivos del gobierno Uribe, empieza a escribir una nueva historia. Ya no será recordado solo como un territorio de dolor y muerte, sino como el epicentro de la educación pública, gratuita y de calidad en Colombia.

En una visita cargada de esperanza, el ministro de Educación, José Daniel Rojas Medellín, confirmó que dos gigantes de la educación superior pública llegarán al municipio en 2026: la Universidad Industrial de Santander (UIS) y la Universidad de Cundinamarca (UDEC). Entre las dos instituciones abrirán más de 5.000 cupos que transformarán la vida de miles de jóvenes que hoy se ven obligados a desplazarse hasta Bogotá para estudiar.

“Para la juventud soachuna, solamente lo mejor. Con la UIS, el Gobierno del Cambio garantiza educación superior pública, gratuita y de calidad para transformar vidas y territorios”, aseguró el ministro, dejando claro que el país no puede seguir negándole a Soacha la oportunidad de soñar.

El edificio que durante años fue símbolo de la desidia estatal, (el frustrado Centro Administrativo Municipal (CAM), ahora tendrá un nuevo destino: convertirse en el Centro Académico Municipal, con 27.000 metros cuadrados dedicados a la educación.

La UIS será la primera en abrir su sede allí, con programas que irán desde ingenierías y artes hasta tecnologías asociadas a la inteligencia artificial. La meta: acoger a 3.000 estudiantes de Soacha y municipios cercanos.

Pero la transformación no se queda ahí. La UDEC construirá un nuevo campus con programas como ingeniería industrial, ingeniería de software, ciencias de datos, educación física y hasta energías renovables. En su primera fase atenderá a 440 estudiantes, pero en su etapa final tendrá capacidad para 2.000.

“Queremos que Soacha deje de ser la ciudad que expulsa a sus jóvenes para buscar oportunidades en Bogotá, y se transforme en un polo de conocimiento que también acoja ciudadanos de la capital y del país”, enfatizó Rojas Medellín.

El ministro también propuso que la nueva sede lleve el nombre de Julio César Peñaloza, joven soachuno asesinado en el marco del conflicto armado, víctima de un Estado que en tiempos del uribismo convirtió a la juventud de este municipio en carne de cañón de la barbarie de los falsos positivos.

Hoy, con esta decisión, Soacha no solo reivindica su historia, sino que convierte el dolor en memoria viva y en semilla de futuro. “Este multicampus abrirá las puertas del saber, transformará la región y hará de Soacha ese polo de conocimiento”, subrayó el ministro.

La noticia fue celebrada en medio de un festival cultural que incluyó encuentros con estudiantes, actividades comunitarias y hasta el tradicional sabor de las almojábanas soachunas. Allí, el alcalde Julián Sánchez ‘Perico’ no ocultó su emoción: “Hoy este proyecto es una realidad que nos permite soñar, demostrando el compromiso de la ciudad con la educación como el camino para transformar vidas”.

El contraste no puede ser más fuerte: la misma tierra que fue escenario de asesinatos y montajes militares durante el gobierno de Álvaro Uribe, hoy apuesta por el conocimiento como motor de vida. Soacha pasa de ser noticia por los falsos positivos a convertirse en territorio de universidades, ciencia y oportunidades para la juventud.

Con el respaldo del Gobierno del Cambio y el esfuerzo conjunto de Nación, departamento y municipio, la ciudad del “Dios Varón” ya no será recordada como un lugar de víctimas, sino como el polo universitario más prometedor de Cundinamarca y del centro del país.

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