El nuevo documento de 448 páginas radicado por las senadoras Norma Hurtado, Ana Paola Agudelo y Lorena Ríos cayó como un balde de agua fría en medio del ya desgastado debate de la reforma a la salud. Aunque ellas lo presentaron como una supuesta solución “distinta”, las voces en contra no se hicieron esperar: desde el Gobierno y el propio Congreso la bautizaron como una contrarreforma que hunde al sistema en la corrupción y deja a médicos, pacientes y hospitales a la deriva.

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El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, no se guardó nada: “La llamada ‘ponencia alternativa’ no mejora el acceso a los servicios ni la transparencia en el uso de los recursos: propone más dinero para el despilfarro de las EPS. Elimina la garantía de pago a prestadores y proveedores, mantiene la precarización laboral de los trabajadores de la salud y busca que los nuevos recursos no se destinen a los servicios”, sentenció en su cuenta de X.
La llamada “ponencia alternativa”, no mejora el acceso a los servicios ni la transparencia en el uso de los recursos: propone más dinero para el despilfarro de las EPS.
— Guillermo Jaramillo (@GA_Jaramillo) September 23, 2025
Elimina la garantía de pago a prestadores y proveedores, mantiene la precarización laboral de los trabajadores…
Las críticas fueron más allá. El senador Wilson Arias, del Pacto Histórico, lanzó un dardo directo: “La ponencia alternativa parece dictada por Acemi”, en referencia al poderoso gremio que agrupa a las EPS más grandes del país.
Estoy conmocionado: nunca pensé que los empresarios mas corruptos pudieran redactar una ponencia para plasmar de manera tan vulgar sus intereses inmediatos. Eso está pasando con una Ponencia de reforma a la salud a esta hora!
— Wilson Arias (@wilsonariasc) September 23, 2025
Mi primera y muy adolorida opinion. ¡Alerta pueblo! pic.twitter.com/yUIRgZ5LDH
Y no fue el único. Beto Coral , la calificó de manera aún más dura: “Lo llaman alternativa, pero en realidad es un retroceso: niegan que el sistema necesite una transformación estructural y solo quieren maquillar a quienes hoy manejan la plata y deciden sobre la vida de los colombianos”.
Un grupo de senadoras entre las que están Norma Hurtado, Ana Paola Agudelo y Lorena Ríos acaban de radicar una “ponencia alternativa” a la reforma a la salud. Lo llaman alternativa, pero en realidad es un retroceso: niegan que el sistema necesite una transformación estructural y…
— Beto Coral (@Betocoralg) September 25, 2025
El trasfondo es claro: mientras el país clama por una reforma que garantice acceso, calidad y dignidad en la atención médica, la ponencia de Hurtado, Ríos y Agudelo aparece como un salvavidas para las EPS, esas mismas entidades que hoy deben miles de millones a clínicas y hospitales. En lugar de soluciones, la propuesta amarra la salud de millones de colombianos a un modelo que ya demostró estar quebrado.
Lo que más preocupa es que, bajo este esquema, la Adres asumiría el riesgo financiero y las llamadas “Gestoras de Salud y Vida” solo se limitarían a coordinar servicios. Dicho de otro modo: si fallan, el hueco lo paga el Estado con recursos públicos, es decir, los colombianos.
La senadora Norma Hurtado insistió en que “ni la reforma ni el archivo son la solución”, pero sus palabras contrastan con la realidad: el documento que radicó junto con Agudelo y Ríos parece más bien un traje a la medida de las EPS, donde la deuda privada corre el riesgo de convertirse en deuda pública.
Muchos colombianos se preguntan: ¿buscan salvar el sistema de salud o salvar a las EPS? Mientras tanto, médicos, hospitales y pacientes siguen esperando que el Congreso legisle pensando en la vida y no en los bolsillos de unos pocos.





