Wilson Arias le declara la guerra al clientelismo de Carlos Camargo y demandará su elección como magistrado de la Corte Constitucional

El senador Wilson Arias demandó la elección de Carlos Camargo como magistrado de la Corte Constitucional, denunciando un escandaloso entramado de clientelismo que recuerda al caso de Alejandro Ordóñez.

El senador del Pacto Histórico, Wilson Arias, anunció que demandará la elección de Carlos Camargo como magistrado de la Corte Constitucional, advirtiendo que este caso podría terminar igual que el de Alejandro Ordóñez, cuya reelección fue anulada en 2016 por el Consejo de Estado.

“Con la finalidad de que ocurra en este caso lo mismo que pasó con Alejandro Ordóñez”, dijo Arias, apuntando directamente a las maniobras de clientelismo descarado que acompañaron la llegada de Camargo al alto tribunal.

La historia parece calcada. Así como Ordóñez entregó cargos en la Procuraduría a familiares de magistrados que después votaron su reelección, Camargo, desde la Defensoría del Pueblo, repartió puestos y contratos a esposas, hijos y hermanos del 41% de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia que lo ternaron para el Senado.

Los vínculos no paran ahí: entre 2022 y 2024, Camargo firmó contratos por 200 millones de pesos con la hoy senadora conservadora Esperanza Andrade, quien terminó votando a favor de su elección. “Yo te nombro, tú me eliges”, la vieja fórmula prohibida por el artículo 126 de la Constitución, parece ser la columna vertebral de su ascenso.

No es la primera vez que Camargo esquiva la inhabilidad con jugadas de calculadora política. En el CNE archivó la investigación por la financiación irregular de la campaña de Óscar Iván Zuluaga con Odebrecht y renunció apenas una semana después de salvarlo, evitando inhabilidades para su suegra, la senadora Nora García. En la Federación Nacional de Departamentos hizo lo mismo: contratos para exmagistrados y familiares que luego podían definir su futuro como Registrador.

El patrón se repite: entregar favores a quienes lo eligen y renunciar antes de terminar el cargo para buscar la siguiente silla de poder.

Mientras figuras como Germán Vargas Lleras, Vicky Dávila y Daniel Briceño encendieron alarmas sobre la supuesta “toma” de la Corte por parte de Petro si resultaba elegida María Patricia Balanta, han guardado silencio absoluto frente al abierto intercambio de favores de Camargo.

La realidad, como evidenció La Silla Vacía, es que el gobierno de Petro apenas cuenta con tres magistrados cercanos en la Corte, sin mayorías aseguradas. Pero el discurso del miedo les ha servido para legitimar la elección de un candidato con un prontuario de clientelismo evidente y que termino con su victoria.

La demanda de Arias busca demostrar que, al igual que Ordóñez, Camargo violó el artículo 126 al nombrar familiares de quienes después votaron por él. “El clientelismo no puede ser premiado en la Corte Constitucional, la instancia que debería ser garante de la transparencia y la democracia”, sentenció el senador.

El desenlace podría repetirse: así como Ordóñez fue sacado por la puerta de atrás, la elección de Carlos Camargo está bajo la lupa y podría terminar en una monumental caída del clientelismo en las altas cortes.

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