Colombia aterriza en el banco asiático más poderoso: El AIIB le da luz verde al país bajo el impulso del Gobierno Petro

Colombia dio un salto histórico al ser aceptada como miembro 111 del poderoso Banco Asiático de Inversión, un espaldarazo internacional a la agenda de desarrollo sostenible del Gobierno Petro.

Colombia dio este miércoles un salto histórico en el tablero financiero mundial: el país fue aceptado como el miembro número 111 del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), uno de los organismos multilaterales más influyentes del planeta y símbolo del nuevo orden económico global. Una decisión que expertos describen como un respaldo directo a la política internacional del presidente Gustavo Petro, quien ha insistido en abrirle al país puertas de cooperación real y no de endeudamientos inviables.

El Ministerio de Hacienda confirmó que solo falta surtir el trámite formal en el Congreso colombiano para que la adhesión quede en firme, una aprobación que, si avanza sin trabas, constituirá uno de los movimientos financieros más importantes de Colombia en décadas. “Seguimos trabajando con rigor técnico, transparencia y responsabilidad para abrir nuevas puertas de desarrollo para el país”, declaró la cartera, destacando la apuesta del Gobierno Petro por una integración internacional basada en sostenibilidad y finanzas limpias.

El ministro de Hacienda, Germán Ávila, sostuvo un encuentro clave con representantes del AIIB, una reunión que, según el propio Ministerio, estuvo marcada por un intercambio profundo de información técnica sobre las prioridades nacionales. “La conversación se centró en el intercambio de información técnica sobre las prioridades de infraestructura sostenible del país y en conocer las herramientas financieras que ofrece esta entidad multilateral”, señaló la institución, dejando claro que este no es un acuerdo cosmético sino una alineación estratégica.

La entrada a este poderoso banco asiático le abre a Colombia un portafolio de oportunidades que antes parecían reservadas para gigantes económicos de otras regiones. De hecho, Ávila remató su intervención con un mensaje que deja ver el rumbo del Gobierno Petro: «Colombia continúa explorando espacios de diálogo con entidades multilaterales que comparten nuestra visión de sostenibilidad y desarrollo».

En medio de la tormenta de desinformación que suele intentar opacar los avances del Gobierno, esta adhesión al AIIB es un golpe sobre la mesa: Colombia no solo se conecta con una de las fuentes de financiamiento más grandes del mundo, sino que lo hace bajo una agenda que prioriza el desarrollo sostenible, la infraestructura moderna y la cooperación global, tal como ha insistido el presidente Petro desde el primer día.

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