SAE arrebata lujosas fincas al hermano de Pablo Escobar usadas para fiestas y reuniones clandestinas

SAE recupera dos fincas de lujo vinculadas al hermano de Pablo Escobar, valoradas en $4.770 millones, para el pueblo colombiano.

En una importante operación de recuperación de bienes, la Sociedad de Activos Especiales (SAE) logró desalojar y tomar posesión de dos fincas rurales de lujo que pertenecían a Roberto de Jesús Escobar Gaviria, conocido como ‘El Osito’, hermano del narcotraficante Pablo Escobar. Estas propiedades, situadas en la vereda El Obispo, en Supía (Caldas), suman más de 86 hectáreas y están valoradas en cerca de 4.770 millones de pesos.

Los inmuebles, denominados Finca Trocadero y Finca Piedras, habían sido ocupados irregularmente desde mayo de 2024. Durante una inspección de la SAE, se halló en una de las propiedades a Jhon Jairo Vallejo, quien aseguró ser el mayordomo y declaró haber sido contratado por Joseph Escobar Escarriaga, hijo de Roberto Escobar y sobrino de Pablo Escobar.

Según las investigaciones, estos predios no eran simples terrenos rurales: habrían sido escenario de reuniones y fiestas organizadas por allegados al extinto líder del Cartel de Medellín. Esta actividad, sumada a la ocupación ilegal, motivó la actuación contundente de la SAE.

“Estamos decididos a recuperar los bienes adquiridos ilegalmente por narcotraficantes para ponerlos al servicio del pueblo colombiano”, afirmó Amelia Pérez Parra, directora de la entidad. “No permitiremos que quienes han dañado al país sigan disfrutando de riquezas mal habidas. Este es un paso más en nuestra lucha contra el crimen organizado”.

La recuperación de estas fincas no solo representa un avance en la lucha contra el narcotráfico y sus redes, sino también un acto simbólico para restituir estos bienes al Estado colombiano. La SAE ratificó su compromiso de seguir enfrentando a quienes pretenden burlarse de la ley y apropiarse de recursos que pertenecen a todos los colombianos.

Con una extensión equivalente a 28 veces el Estadio Palogrande de Manizales, estas fincas ahora podrán ser utilizadas en beneficio de la ciudadanía, transformándose en un símbolo de resistencia frente al legado de una era de terror que marcó al país.

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