28 de julio: el día en que podría derrumbarse Uribe por fraude, soborno y manipulación de testigos

Álvaro Uribe sabrá el 28 de julio si la justicia lo hunde por presunto fraude, soborno y manipulación de testigos tras 13 años de escándalo.

Trece años después de que Álvaro Uribe Vélez, expresidente, exsenador y amo y señor del uribismo, pasara de acusador a acusado, la justicia colombiana está a punto de definir si lo sienta en el banquillo de los condenados por fraude procesal, soborno en actuación penal y soborno a testigos. Sí: el mismo hombre que lideró el país durante dos períodos y aún mueve hilos de poder, ahora se juega su libertad y reputación.

En una audiencia maratónica que cerró este martes, la jueza 44 penal de Bogotá, Sandra Liliana Heredia, escuchó hasta el último lamento de Uribe, quien se declaró, como siempre, inocente de todo. “Esto ha sido bien difícil, mortificante, dispendioso para la justicia, para mis abogados, para mí. Ha afectado enormemente mi reputación”, se quejó el exmandatario, visiblemente golpeado tras 67 días de fuego cruzado judicial.

Uribe insiste en presentarse como víctima de una persecución, pero los hechos dicen otra cosa: en 2012, él mismo denunció al senador Iván Cepeda por supuestamente fabricar falsos testimonios para vincularlo con grupos paramilitares. Seis años después, la Corte Suprema de Justicia tumbó la denuncia y le dio la vuelta a la tortilla: abrió investigación contra Uribe por manipular testigos para destruir la credibilidad de Cepeda.

Hoy Cepeda, del Pacto Histórico, celebra cada paso de este proceso como una victoria moral: “Con orgullo y satisfacción podemos decir, luego de una lucha de 13 años que ha incluido toda clase de persecuciones, que el 28 de julio de este año, a las 8:30 am, la jueza Sandra Liliana Heredia dará a conocer el sentido del fallo”, proclamó en su cuenta oficial en X.

Mientras tanto, Uribe patalea. “No hay un indicio, no hay una prueba, no hay manera de que me digan que determiné testigos”, alegó ante la jueza, como si las decenas de grabaciones, cartas de paramilitares y pagos a reclusos fueran simples cuentos. El expresidente incluso trató de voltear la historia acusando a Cepeda de repartir favores a reclusos: “En las interceptaciones se escucha a Carlos Enrique Vélez manifestar que el senador Iván Cepeda otorgaba beneficios a internos a través de una ONG”.

La Fiscalía, sin embargo, lo tiene claro: pide condena y asegura que Uribe no solo intentó comprar testimonios para limpiar su nombre, sino que su red de abogados, encabezada al parecer por Diego Cadena, repartió dinero y promesas en cárceles para torcer la justicia. “Si hubieran querido sobornar —se defendió Uribe— hubieran negociado las cuantías extorsivas. No lo hicieron y se expusieron a amenazas”. Una explicación que deja más preguntas que certezas.

Y como si fuera poco, el exmandatario se enredó hasta con un reloj supuestamente regalado a cambio de silencio. “Cuando dijo del reloj, lo dijo con una sonrisa maliciosa”, se excusó, en referencia a Vélez, alias ‘Víctor’. Tampoco faltó la mención de cartas “manuscritas” de exparas que, según Uribe, prueban su inocencia. “Queda claro que no se pidió mentir o callar”, soltó, sin sonrojarse.

Ahora la bomba está a punto de estallar. El próximo 28 de julio, a las 8:30 de la mañana, Colombia sabrá si Álvaro Uribe, símbolo de la derecha y del discurso de mano dura, termina convertido en el primer expresidente del país condenado por intentar manipular la justicia.

También te puede interesar

Éste sitio web usa cookies, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de cookies