Duque se arrodilla ante el carnicero de Gaza: posa con Netanyahu mientras miles de niños mueren bajo las bombas

Iván Duque desató una tormenta política al posar sonriente con Benjamín Netanyahu en Israel, mientras Gaza cuenta más de 61.000 muertos y la comunidad internacional acusa al primer ministro de genocidio.

Mientras Gaza se desangra con más de 61.000 muertos y el mundo clama por un alto al fuego, el expresidente Iván Duque decidió reunirse en Israel con el primer ministro Benjamín Netanyahu, señalado por organismos internacionales y líderes políticos de ser el responsable directo de crímenes de guerra y del exterminio del pueblo palestino.

Duque presumió en redes sociales su visita al Estado de Israel y compartió fotografías estrechando la mano de Netanyahu, a quien calificó como un “cercano amigo y aliado del pueblo colombiano”. “Siempre es un honor visitar el Estado de Israel y dialogar con un cercano amigo y aliado (…) sobre inversión y comercio entre 2018 y 2022”, escribió en X.

El exmandatario también aseguró que sostuvo conversaciones con empresarios como Gabriel Gilinski y la Fundación I+D sobre cooperación tecnológica, pero las reacciones no tardaron en llegar. Desde el Congreso y diferentes sectores se desató una avalancha de críticas contra Duque.

El representante Heráclito Landínez cuestionó con dureza: “¿Honor visitar al hombre que dirige un genocidio contra un pueblo? Algo de humanidad debemos tener, algo de solidaridad con niños y niñas que se están muriendo de hambre”, sentenció.

El precandidato presidencial Camilo Romero fue más lejos: “Que pose orgulloso con un genocida como Netanyahu es una afrenta contra Colombia y la humanidad misma. Queda clara la naturalización del uribismo de bombardear niños. Infames.”

Por su parte, el senador Ariel Ávila recordó el historial represivo del gobierno Duque: “El que era presidente en el gobierno que a los jóvenes que protestaban les quitaban los ojos, se reúne con el carnicero de Gaza, el genocida Netanyahu. Netanyahu ha matado más de 60 mil niños, mujeres y ancianos.”

Incluso desde el propio Estado, Carlos Carrillo, director de la UNGRD, fue tajante: “Netanyahu es un criminal de guerra, un genocida (…) Gaza es el mayor campo de concentración de la historia. Para las derechas, las vidas y la dignidad se tasan en una hoja de cálculo. Puede ser el demonio mismo, si hay oportunidad de negocio es bueno.”

El exministro Juan Fernando Cristo también le cobró caro a Duque su cercanía con Netanyahu: “¿Cómo puede hablar de inclusión y dignidad humana mientras Netanyahu asesinó hoy a cuatro periodistas en vivo y ha liderado un genocidio desde octubre de 2023? La persona junto a la que usted posa es responsable de más de 62.000 muertes en Gaza.”

La polémica se agravó porque el mismo día de la reunión, las fuerzas israelíes bombardearon el hospital Nasser, en el sur de Gaza, dejando al menos 20 muertos, entre ellos cinco periodistas y cuatro trabajadores de la salud. Con estos asesinatos, suman ya casi 280 comunicadores abatidos desde el inicio de la ofensiva israelí el 7 de octubre de 2023, según cifras extraoficiales.

El Secretario General de la ONU, António Guterres, condenó “enérgicamente” el ataque y exigió una investigación inmediata. “Los civiles, incluidos periodistas y personal médico, deben ser respetados y protegidos en todo momento”, recordó.

La visita del expresidente colombiano, más que un viaje diplomático, se convirtió en un escándalo ético y político: posar sonriente al lado de Netanyahu, señalado como responsable de uno de los genocidios más brutales de este siglo, en un día en que Gaza sumaba más muertos, periodistas silenciados y niños enterrados bajo los escombros.

La pregunta que queda es: ¿de qué lado de la historia quiere estar Iván Duque?

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