Clan Uribe desatado: denuncian a Álvaro Uribe y sus hijos por campaña de odio y mentiras contra Iván Cepeda

Las víctimas del caso contra Álvaro Uribe denunciaron al expresidente, a sus hijos y al Centro Democrático por montar una campaña de difamación y persecución contra Iván Cepeda.

Álvaro Uribe vuelve al banquillo pero esta vez no lo hará solo, lo acompañarán también sus hijos: las víctimas del proceso contra el expresidente Álvaro Uribe, condenado en primera instancia a 12 años de cárcel, radicarán ante la Fiscalía una denuncia contra el exmandatario, sus hijos Tomás y Jerónimo Uribe, y el director del Centro Democrático, Gabriel Vallejo.

La acusación es contundente: injuria, calumnia, hostigamiento y amenazas. Según el comunicado de la bancada de víctimas, se ha desplegado una “campaña sistemática de persecución y difamación” que no solo pone en riesgo la vida y seguridad del senador Iván Cepeda, sino que busca destruir su reputación a toda costa.

Entre los ataques más graves se señalan publicaciones en redes sociales y declaraciones en medios donde al senador lo han tildado de “máximo jefe político de las Farc”, “perfecto camarada de las Farc” o incluso “determinador político del narcotráfico”. Palabras que, según el escrito, responden a una estrategia coordinada desde el uribismo.

La denuncia recuerda también la oscura operación del abogado Diego Cadena, quien intentó vincular falsamente a Cepeda y al abogado Miguel Ángel del Río con el narcotráfico. Una maniobra que incluso incluyó la suplantación de un abogado en un documento oficial.

Pero la respuesta más polémica vino de Tomás Uribe, quien lejos de presentar pruebas, lanzó un mensaje en redes sociales pidiendo a la ciudadanía “colaborar” con información contra Cepeda, a quien llamó sin tapujos “HEREDERO DE LAS FARC”. En su publicación enlistó hasta nueve puntos delirantes, entre ellos supuestos contactos con Iván Márquez, Raúl Reyes y hasta el Clan del Golfo. Todo, sin una sola evidencia que lo respalde.

“Solicito compartir cualquier información que sirva para nuestra defensa”, escribió Tomás Uribe, en un mensaje que fue interpretado por muchos como un intento de linchamiento mediático contra Cepeda.

El contraste es claro: mientras Uribe y su círculo apelan a la difamación sin pruebas, el senador Cepeda se mantiene como un símbolo de resistencia y memoria, ahora consolidando su precandidatura presidencial dentro del Pacto Histórico. Para sus seguidores, no solo representa a la izquierda, sino a las víctimas que han enfrentado la violencia del Estado y los poderes que lo respaldan.

Con esta nueva denuncia, el uribismo vuelve a quedar contra las cuerdas, y lo que parecía una estrategia de desgaste contra Cepeda se les revierte: el expresidente, sus hijos y su partido ahora deberán responder ante la justicia por calumnia y amenazas.

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