Beto Coral sacude la política y promete que la curul de la diáspora dejará de ser un simple adorno en el Congreso

Desde el exilio y con un discurso más que potente y directo, Beto Coral lanzó su apuesta por llegar al Congreso para que la curul de los colombianos en el exterior deje de ser simbólica y se convierta en una voz real de la diáspora.

Desde el exilio y con la voz de millones de colombianos que viven fuera del país, Beto Coral volvió a sacudir el tablero político con un mensaje directo y sin rodeos que ya está dando de qué hablar. En entrevista con Tercer Canal, el activista y comunicador dejó claro que su aspiración al Congreso no es simbólica ni decorativa, sino una apuesta frontal para que la curul de los colombianos en el exterior deje de ser un saludo a la bandera.

“Vote por Beto Coral si quiere que la curil de los colombianos en el exterior sirva para algo. Para que sus ideas, sus propuestas, sean llevadas al Congreso de la República, porque ese es el fin de la representación”, afirmó, antes de enumerar un paquete de iniciativas que buscan tocar las fibras más sensibles de la diáspora: “Venimos con propuestas sólidas, ley de reunificación familiar, reforma a la ley de retorno, ampliación del servicio consular y mejoramiento de las atenciones, el tema de luchar contra el mercenarismo, muchas propuestas para llevar al Congreso de la República y representar verdaderamente a la diáspora”.

Coral no habla desde la distancia ni desde el privilegio. Su vida está marcada por el exilio, desde donde denuncia estructuras de poder y corrupción, convirtiéndose en una de las voces más visibles y perseguidas del activismo político colombiano en el exterior. Desde allí ha construido una comunidad, una audiencia y una causa que hoy busca trasladar al escenario legislativo, esta vez con nombre propio, tarjetón en mano y el número 403 por el Frente Amplio.

En su mensaje, también hubo espacio para una declaración que tocó fibras profundas entre quienes sienten que Colombia los olvidó: “Representando de frente a los colombianos en el exterior, porque nosotros somos importantes para el país. Y también quiero que sepan, los que no quieren volver, su patria también los quiere y no se olvidan de ustedes”.

El respaldo no tardó en hacerse sentir. Desde las redes sociales, David Rozo fue contundente al marcar la diferencia entre el discurso y la experiencia real: “¿Sabían que mientras muchos hablan de la diáspora desde un escritorio, Beto Coral la vive en carne propia? Propuestas claras, ideas firmes y respuestas sin rodeos. Todo el progresismo conoce su recorrido desde hace años. Ese lugar no puede quedar en mejores manos”.

A ese coro se sumó el usuario Físico impuro, quien puso el dedo en la llaga de una deuda histórica del Estado colombiano: “Beto Coral tiene propuestas claras, ideas firmes y respuestas concisas. La diáspora, por primera vez, va a tener una verdadera representación en el Congreso: alguien que vive lo que vivimos y pelea por nuestros derechos, donde se decide”.

Con un discurso potente, apoyo creciente y la bandera de quienes nunca han sido prioridad, Beto Coral entra a la contienda con una promesa que incomoda a muchos y entusiasma a otros: que la voz de los colombianos en el exterior deje de ser invisible y empiece, por fin, a pesar en el Congreso de la República.

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