¡Temblor político en la oposición! El Pacto Amplio lanza a Cepeda, Barreras y Romero, y desata pánico en la derecha rumbo a 2026

La izquierda sacudió el escenario electoral al confirmar a Roy Barreras, Iván Cepeda y Camilo Romero como precandidatos del Pacto Amplio, una apuesta de unidad que ya prende las alarmas en la derecha de cara a 2026.

El tablero político empezó a temblar y la derecha ya encendió las alarmas. Con un anuncio que sacude la carrera presidencial de 2026, Roy Barreras, Iván Cepeda y Camilo Romero confirmaron que serán los tres aspirantes, por ahora, de la consulta interpartidista de la izquierda, ahora rebautizada como Pacto Amplio, una apuesta de unidad que desde ya inquieta a la oposición y a los sectores conservadores que ven cómo el progresismo se reorganiza con fuerza y discurso claro.

Respaldados por el Pacto Histórico, Colombia Humana, el Partido del Trabajo, el Partido Comunista, la Unión Patriótica, el Polo Democrático, el Partido Mais, el Partido Ecologista y La Fuerza, los precandidatos sellaron una alianza que no solo busca ganar una consulta, sino proyectar continuidad y profundización de las transformaciones impulsadas por el actual Gobierno. El mensaje fue directo y sin rodeos: “El Pacto Amplio liderará el próximo gobierno de izquierda progresista”, advirtió la coalición en su comunicado, una frase que cayó como balde de agua fría en los sectores de derecha que ya miden el impacto electoral de esta convergencia.

La consulta quedó fijada para el 8 de marzo de 2026, con fecha límite de inscripción de candidaturas el 8 de febrero, en un calendario que acelera definiciones mientras otros bloques siguen atrapados en dudas, divisiones o cálculos. Hoy, mientras el Pacto Amplio confirma nombres y reglas, los partidos Liberal, Conservador y Cambio Radical optaron por no ir a consulta, y figuras como Sergio Fajardo y Abelardo de la Espriella quedaron por fuera del mecanismo, evidenciando un contraste entre la cohesión progresista y la dispersión del centro y la derecha.

En el comunicado conjunto, los firmantes dejaron claro que el proyecto va más allá de una simple competencia interna. “Nuestro propósito superior es unir al país y avanzar hacia una patria más justa, segura y en paz”, afirmaron, subrayando que esta convergencia busca consolidar una mayoría social capaz de gobernar y responder a las demandas ciudadanas. El texto insiste en que “esta es una tarea histórica de unidad” y recalca que “la unidad de las fuerzas alternativas garantizará avances irreversibles”, una narrativa que fortalece el mensaje de continuidad del cambio y que, según analistas políticos, explica el nerviosismo creciente en la oposición.

El manifiesto del Pacto Amplio fija como ejes la defensa y profundización de las reformas sociales, la ampliación efectiva de la democracia, una transición energética justa, la protección del medio ambiente y de los derechos de los animales, la seguridad humana, un gobierno abierto e innovador y el impulso decidido de todas las vías posibles para la paz. Además, deja abierta la puerta a nuevas adhesiones de movimientos sociales, liderazgos independientes y sectores del progresismo y el socialismo democrático, ampliando el radio de acción de la alianza.

Camilo Romero celebró el arranque del proceso con un mensaje contundente: “Arranca el camino para volver a ganar en 2026. El Pacto Amplio más que una consulta, será el más grande encuentro de las mayorías nacionales en Colombia. Aquí estamos por los derechos de la gente, el ambiente, los animales y las nuevas causas ciudadanas”. Sus palabras reforzaron la idea de que la consulta no es un trámite, sino una movilización política de fondo.

Iván Cepeda, por su parte, empezó a marcar agenda programática con una propuesta de revolución agraria centrada en el acceso al agua potable, uno de los dramas históricos del campo colombiano. Desde Tierralta, Córdoba, denunció que más de la mitad de la población rural carece de suministro digno y calificó esta realidad como “una de las mayores injusticias en nuestro país”. El senador fue enfático al señalar que sin resolver este problema no habrá desarrollo ni seguridad alimentaria, y aseguró: “Vamos a fortalecer la gestión pública y comunitaria del agua, con control social y transparencia. La infraestructura hídrica debe ser adaptada al territorio”.

Cepeda también prometió proteger los recursos hídricos del desvío de fondos y la corrupción, avanzar en la entrega de tierras y garantizar que no habrá nuevos despojos a campesinos, proponiendo la construcción inmediata de acueductos rurales y el fortalecimiento de vías terciarias y generación energética. Un discurso que conecta con las banderas históricas del progresismo y que refuerza la sensación de que el Pacto Amplio no solo tiene candidatos, sino un relato político que pone en aprietos a la derecha.

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