Las lágrimas no fueron de tristeza esta vez. Fueron de alivio, de justicia tardía y de esperanza cumplida. Más de cinco años después de haberlo perdido todo por la furia de la quebrada Tonchalá, 66 familias del barrio 23 de Enero en Cúcuta recibieron por fin las llaves de sus nuevos apartamentos, en una escena cargada de emoción que muchos calificaron como el cierre de la herida que ningún gobierno anterior quiso sanar.

Le puede interesar: Beto Coral sacude la política y promete que la curul de la diáspora dejará de ser un simple adorno en el Congreso
Durante años, estas familias vivieron entre promesas rotas, incertidumbre y olvido institucional. La tragedia los expulsó de sus casas y el Estado, por largo tiempo, les dio la espalda. Hoy, la historia cambió. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, bajo la dirección de Carlos Carrillo y con el respaldo del gobierno del presidente Gustavo Petro, materializó lo que durante lustros fue solo una espera dolorosa.
El acto de entrega en el conjunto residencial Los Rosales, en el sector El Rodeo, estuvo marcado por abrazos, sollozos y miradas incrédulas. Las primeras 31 familias cruzaron la puerta de lo que ahora es su hogar propio, mientras las restantes recibirán sus viviendas en abril de 2026, completando un proceso de reasentamiento que parecía imposible para quienes lo perdieron todo.
La inversión, que supera los 8.600 millones de pesos y fue asumida en su totalidad por la UNGRD, no solo cubrió los apartamentos sino también los costos legales, un detalle que para las familias significó dignidad y respeto. Son viviendas completas, seguras y pensadas para empezar de nuevo, lejos del riesgo que una vez les arrebató su tranquilidad.
En medio del acto, Carlos Carrillo puso en palabras lo que muchos sentían y no lograban expresar: “Gracias por resistir, por no perder la fe. Los apartamentos que hoy entregamos cuentan con dos habitaciones, dos baños, sala-comedor y cocina, en un entorno planificado y seguro que les permitirá convertirse en propietarios y retomar su vida en condiciones dignas”. Sus palabras fueron seguidas por aplausos, lágrimas y un sentimiento colectivo de reparación.
¡Cumplimos! La UNGRD entrega apartamentos nuevos a 66 familias damnificadas del barrio 23 de Enero en Cúcuta
— UNGRD🇨🇴 (@UNGRD) December 17, 2025
● La Unidad puso fin a cinco años de espera con la entrega de las llaves a las familias damnificadas por la avenida torrencial del barrio 23 de Enero.
● La entrega de… pic.twitter.com/qPqCzB6PvU
Esta entrega no es solo cemento y llaves. Es la demostración de que, cuando hay voluntad política, el Estado sí puede responderle a las víctimas. Para los habitantes del barrio 23 de Enero, el nombre de la UNGRD, de su director y del presidente Petro quedará ligado al día en que dejaron atrás el abandono y recuperaron algo que creían perdido para siempre: la posibilidad de volver a vivir con dignidad.





