¡Colombia los destruye! El hijo de María Fernanda Cabal recibe millonario subsidio estatal mientras atacan a los pobres que sí lo necesitan

La familia que ha hecho de la crítica a los subsidios una bandera política quedó contra las cuerdas: el hijo de María Fernanda Cabal habría recibido un millonario crédito y un subsidio estatal como “pequeño productor”, con respaldo del Estado y bajo la lupa de la Contraloría.

Una nueva denuncia del periodista Daniel Coronell puso en el centro de la tormenta a una de las familias más ruidosas contra los subsidios en Colombia. Juan José Lafaurie Cabal, hijo de la senadora y precandidata presidencial María Fernanda Cabal y del presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, habría accedido a un crédito blando y a un millonario subsidio estatal haciéndose pasar como “pequeño productor”, justo el tipo de beneficio que él y su madre suelen atacar con dureza desde el discurso político.

Según la investigación publicada en la sección Los Danieles de la revista Cambio, el 22 de abril de 2024 Lafaurie Cabal llegó a una oficina del banco Serfinanza, en el Cesar, para solicitar un crédito de fomento agropecuario. Allí se presentó como pequeño productor y aportó documentos que certificaban activos por $129.139.311 e ingresos anuales de $95.996.800, cifras ubicadas milimétricamente por debajo de los topes legales que permiten acceder a este tipo de beneficios.

Con esos papeles, el banco le habría desembolsado un crédito de redescuento por $400 millones con recursos de Finagro, el Fondo de Financiamiento del Sector Agropecuario, creado para impulsar a campesinos y productores que sí enfrentan barreras reales para acceder al sistema financiero. Pero la historia no terminó ahí. Meses después, Lafaurie Cabal habría tramitado el Incentivo de Capitalización Rural y el 27 de noviembre de 2024 recibió un abono por $95.273.700, el monto máximo permitido. En la práctica, el Estado asumió cerca de una cuarta parte del préstamo.

Como si fuera poco, el crédito quedó respaldado en un 80 % por el Fondo Agropecuario de Garantías, lo que significa que el principal fiador de la deuda no fue una entidad privada, sino el propio Estado colombiano. Traducido a lenguaje simple: recursos públicos y garantías estatales para quien dice despreciar los subsidios.

El contraste resulta aún más escandaloso cuando se revisa el historial de pronunciamientos del beneficiario. En redes sociales, Juan José Lafaurie ha sido un férreo crítico de cualquier ayuda estatal que, a su juicio, llegue a personas que “no la necesitan”. En septiembre de 2025, por ejemplo, arremetió contra la actriz Margarita Rosa de Francisco con un mensaje que hoy vuelve a circular como un boomerang político: “Margarita Rosa de Francisco, en un acto ‘revolucionario’, se autopercibió estrato 3 siendo 6… y se quedó con un subsidio destinado a quien sí lo necesitaba. En resumen: le quitó la oportunidad a un joven de escasos recursos para poder estudiar en la universidad. Todo muy ‘inclusivo’”.

El mismo Lafaurie Cabal también difundió un video de su madre en el que la senadora Cabal afirma: “El joven es un consumidor permanente que no trabaja. ¿Cómo logramos que el joven tenga un ingreso que no sea subsidio?”. Palabras que hoy chocan frontalmente con los hechos revelados.

La polémica crece porque, mientras se tramitaban y desembolsaban estos beneficios, José Félix Lafaurie hacía parte de la Junta Directiva de Finagro, cargo que ocupó desde 2007 hasta junio de 2024. Aunque el presidente de Fedegán aseguró que no informó a la junta sobre los trámites de su hijo porque “no consideró necesario hacerlo” y porque, según él, no existía conflicto de interés, exmiembros del organismo discrepan de esa versión y señalan que, como mínimo, debió haber transparencia.

La operación fue tan llamativa que la Contraloría General de la República decidió realizar una visita de auditoría a la finca donde supuestamente se estarían ejecutando las inversiones financiadas con el crédito y el subsidio. Algunos documentos de esa visita, según Coronell, abren nuevas preguntas que todavía no tienen respuesta.

Consultado por el periodista, el propio Juan José Lafaurie declinó dar entrevistas, asegurando que “no se mete en política”, pese a su intensa y agresiva actividad en redes sociales. Quien sí salió a dar la cara fue su padre, José Félix Lafaurie, en un giro irónico de roles: el ingeniero defendiendo al abogado, y la familia que condena los subsidios explicando por qué sí los recibe.

Mientras tanto, miles de pequeños productores reales siguen luchando por acceder a créditos y apoyos que rara vez llegan. Y la pregunta queda flotando en el aire: ¿los subsidios son malos solo cuando no benefician a los Cabal y a los Lafaurie?

También te puede interesar

Éste sitio web usa cookies, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de cookies