¡Congreso se atrinchera! Cierran el Capitolio por miedo a la marcha de Petro y el pueblo del 1 de mayo

El Congreso cerró sus puertas el 1 de mayo, justo cuando el Presidente Petro radica la consulta popular, dejando ver su miedo a un pueblo que marcha y exige cambios.

En una movida que ha levantado más sospechas que certezas, el Senado de la República decidió blindarse este primero de mayo y restringir el ingreso al Capitolio Nacional justo cuando el presidente Gustavo Petro se prepara para radicar la consulta popular que busca destrabar la reforma laboral. ¿Casualidad o temor a la presión del pueblo movilizado?

Mientras miles de colombianos saldrán a marchar por sus derechos en el Día del Trabajo, exigiendo reformas sociales y laborales de fondo, el Congreso se atrinchera. En una circular firmada por el vicepresidente del Senado, Alirio Barrera, se informó que solo congresistas y funcionarios previamente autorizados podrán ingresar al Capitolio. La razón oficial: “medidas de seguridad”. Sin embargo, el mensaje que deja esta decisión es claro: a algunos les incomoda que el pueblo hable… y más aún cuando lo hace en masa.

La entrega del documento que pide al Senado convocar la consulta popular no tendrá pompas ni protocolo, como si fuera un trámite más. Pero no lo es. Lo hará el propio presidente Gustavo Petro, entre la 1:00 y las 2:00 p.m., luego de cerrar la multitudinaria movilización con un discurso desde la Plaza de Bolívar. En ese mensaje, se espera que el mandatario insista en la necesidad de que el Congreso escuche al pueblo y no a los poderes enquistados.

El acto se desarrollará en el Salón de la Constitución, con la presencia del secretario general del Senado, Diego González, y sin rastro de la mayoría de la mesa directiva. Solo González recibirá oficialmente el documento. Petro no llegará solo: lo acompañarán sus ministros del Interior y del Trabajo, Armando Benedetti y Antonio Sanguino, junto a congresistas del Pacto Histórico y de otras fuerzas políticas que respaldan el clamor ciudadano.

Tras la radicación, el Congreso tendrá un plazo inicial de 20 días, prorrogables por 10 más, para debatir y decidir si da luz verde a la consulta. Pero mientras se define el camino, ya quedó claro que el Congreso no quiere testigos incómodos ni presión ciudadana dentro de sus muros.

En una jornada histórica en la que el pueblo vuelve a tomarse las calles, el Congreso decide encerrarse. ¿Le temen a las voces que reclaman justicia laboral? ¿O simplemente prefieren seguir legislando de espaldas a la ciudadanía?

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