Darcy Quinn inventa escándalo con Porsche y queda en ridículo: Carro no pertenecía a empleado de RTVC sino a integrante de la banda The Mills

Darcy Quinn generó polémica al especular sin fundamento sobre un Porsche en RTVC, desatando críticas por su falta de rigor periodístico y su negativa a rectificar tras aclararse el hecho.

En un episodio más de la polémica que rodea a la periodista Darcy Quinn, esta vez en compañía de Juan Lozano, surgió un caso cuestionable sobre un Porsche Taycan estacionado en los parqueaderos de RTVC.

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En el programa de «Los secretos de Darcy Quinn» en la FM de RCN, se especuló sobre el posible propietario de este costoso vehículo, insinuando que podría pertenecer a algún empleado de RTVC, sugiriendo posibles irregularidades en la adquisición de un automóvil de lujo en una entidad estatal.

Sin embargo, la respuesta no tardó en llegar. Hollman Morris, actual gerente de RTVC, contestó a través de su cuenta en X, criticando duramente el enfoque sensacionalista de Lozano y Quinn, cuestionando el por qué de un escándalo sobre un simple automóvil estacionado, en un lugar donde, además de RTVC, opera Canal 13 y otras entidades, y al que acceden muchas personas. La réplica de Morris apuntaba a que este tipo de especulaciones sin base alimentan el «chisme y la maledicencia», criticando además la falta de rigor periodístico y la intencionalidad dañina de las insinuaciones.

Pero la verdadera sorpresa vino cuando Diego Cáceres, artista y miembro de la banda de rock The Mills, reveló que el Porsche en cuestión era suyo. Cáceres, quien asistió a las instalaciones de RTVC para una entrevista en Radiónica, aclaró que no tiene ninguna relación laboral con la entidad, echando por tierra las insinuaciones sobre presuntos empleados millonarios. A pesar de esta declaración, Darcy Quinn se negó a rectificar sus afirmaciones, escudándose en que ella solo había lanzado preguntas, y no señalado directamente al propietario.

Este incidente deja en evidencia la falta de responsabilidad de Quinn y su inclinación por difundir rumores sin sustento sólido, algo que ha sido recurrentemente criticado en su trayectoria. Su negativa a rectificar después de que se conociera la verdad, así como su reacción hacia Hollman Morris, a quien tildó de «machista», refleja una victimización conveniente para desviar la atención de lo que realmente importa: el mal periodismo y la falta de ética profesional.

Lo preocupante aquí no es un automóvil de lujo, sino la facilidad con la que ciertos periodistas, como Darcy Quinn, convierten rumores en noticias para atraer la atención, sin asumir responsabilidad por las consecuencias.

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