EE.UU. asegura haber financiado Pegasus “sin que Duque supiera”, pero pocos creen esta versión

Estados Unidos habría financiado la compra de Pegasus en Colombia, desatando interrogantes sobre espionaje y control del software en el país sin el supuesto conocimiento de Duque.

En medio del escándalo de espionaje que abarca tres continentes, nuevas interrogantes surgen sobre el papel de Estados Unidos en la adquisición y uso del software Pegasus en Colombia. Según revelaciones de la Unidad Investigativa de El Tiempo, altos funcionarios estadounidenses aseguran que EE.UU. financió la compra de Pegasus con recursos «lícitos», argumentando que estos fondos fueron destinados a la lucha contra el narcotráfico y que la operación se realizó sin el conocimiento del expresidente Iván Duque. La noticia ha desatado una tormenta política, y el presidente Gustavo Petro expresó su sorpresa y preocupación en redes sociales, afirmando: «Si esto es cierto, sí que serían peor las cosas».

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Este giro inesperado ha dejado a la opinión pública con más preguntas que respuestas. Si el expresidente Duque desconocía la operación, ¿cómo es que el gobierno colombiano utilizó Pegasus? Además, ¿por qué ahora se afirma que fue con recursos estadounidenses y en nombre de la lucha contra el narcotráfico? La Fiscalía ya ha citado a exfuncionarios del gobierno Duque, incluido el general (r) Jorge Luis Vargas, quien deberá declarar por segunda vez sobre el software.

El escándalo de Pegasus no solo afecta a Colombia. Estados Unidos, país que ha calificado al creador del software, NSO Group, como una empresa de alto riesgo, ha sido cauteloso en su uso de esta tecnología, especialmente tras las controversias de espionaje desatadas en la última década. En 2021, EE.UU. prohibió la compra de Pegasus por parte de sus agencias, incluyendo a NSO en una lista negra de proveedores no confiables. Esta decisión se tomó tras escándalos previos, como los revelados por Edward Snowden, y busca blindar al país de las armas cibernéticas y sus riesgos.

La senadora Clara López cuestionó públicamente cómo un país como EE.UU. podría introducir un sistema de espionaje tan potente sin informar al líder del gobierno receptor, calificando esta revelación como un ángulo aún más grave del escándalo.

Además, la periodista Cecilia Orozco advirtió que esta situación representa una humillación para Colombia y para Duque, quien ahora debe responder a las acusaciones de espionaje sin autorización oficial.

A medida que surgen nuevos detalles, la oposición colombiana intenta desviar la atención. El representante Alejandro Ocampo criticó a Vicky Dávila y otros medios alineados con el uribismo por su silencio inicial y posterior aceptación de la existencia de Pegasus, instando a una investigación seria que aclare si este software fue usado contra políticos, periodistas y empresarios.

Con cada revelación, el caso Pegasus plantea más dudas sobre las operaciones de inteligencia en Colombia y su manejo por parte de potencias extranjeras. En medio de esta turbulencia, la reacción del presidente Petro y la creciente presión pública exigen transparencia y responsabilidad de los involucrados.

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