Efraín Cepeda, con 32 años pegado al Congreso, se lanza oficialmente a la Presidencia y desata burlas en redes: “Ni la mamá lo vota”

El eterno senador conservador Efraín Cepeda, con 32 años en el Congreso y fama de “jefe de la banda” que hundió las reformas sociales, anunció en Ibagué su candidatura presidencial con el único objetivo de frenar a Petro y salvar a la vieja política.

El país entero lo sabe: Efraín Cepeda lleva más de 32 años pegado a la silla del Congreso, siempre con el mismo libreto de la derecha tradicional. Sin embargo, este sábado, desde Ibagué, el barranquillero anunció su candidatura presidencial en un acto del Partido Conservador que muchos interpretan como un intento desesperado de las viejas élites por no perder privilegios.

Con un tono triunfalista, lanzó: “Porque sé cómo ganarle a Petro. El único que ha derrotado a Petro siete veces es Efraín Cepeda, y con la ayuda de ustedes lo vamos a derrotar para la Presidencia de la República”. La frase, repetida como eslogan, dejó claro que su única bandera es tumbar los proyectos del actual Gobierno, no proponer soluciones reales al país.

Cepeda, quien presidió el Congreso en 2024, se ha caracterizado por ser el jefe de la rosca conservadora que se alió con la derecha más radical para bloquear las reformas sociales. Él mismo se autodenominó “el jefe de la banda” que saboteó la reforma laboral y la consulta popular. Su misión en la política ha sido simple: impedir cualquier avance social y defender a los grandes empresarios.

No en vano, en su discurso también prometió desmontar la política de paz del Gobierno: “Ese embeleco de la paz total se acaba. Fuera los violentos, fuera la extorsión”, gritando más como un caudillo de la ultraderecha que como un estadista.

Lejos de representar renovación, Cepeda está en el corazón de la “gran coalición” de la vieja política: César Gaviria (Partido Liberal), Vargas Lleras (Cambio Radical), sectores del uribismo y hasta el Partido de la U. Una alianza de caciques regionales que se prepara para repartirse el poder en 2026, bajo la máscara de una “consulta interpartidista”.

La candidatura del eterno congresista generó una ola de rechazo y burlas en redes sociales:

El usuario Físico Impuro dijo: “Voy a disfrutar muchísimo cuando Cepeda se queme electoralmente y por él no vote ni la mamá”.

Víctor Ovalle también sentenció: “El conservatismo solo compra votos en regiones. En presidenciales se acabó la fiesta: en 2026 se mueren los godos chulavitas”.

María Paula Aguilar enfatizó: “¿Qué hemos hecho los colombianos para que este señor, que lleva 32 años en el Congreso, ahora quiera ser presidente?”.

Incluso desde el Senado, Ariel Ávila lo calificó sin rodeos: “Qué bueno que el marrullero profesional, el politiquero tradicional se lance. Se le hará un buen control político para mostrarle la cara al país”.

Su aspiración no despierta ilusión, sino cansancio: un político de derecha, atornillado al Congreso, que pretende perpetuar a la vieja clase política en el poder. Cepeda no representa un proyecto de país, sino el regreso de los godos, los mismos que frenan cualquier intento de cambio.

En lugar de esperanza, su candidatura confirma que los de siempre no están dispuestos a soltar el poder, aunque la gente ya les haya dado la espalda.

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