“Los canales privados son la voz de la oposición”: Presidente Petro destapa la realidad detrás de la censura a sus alocuciones

En una entrevista encendida con Hollman Morris, el presidente Gustavo Petro denunció que la negativa a su alocución del 15 de octubre fue un acto de censura mediática orquestado por los dueños de los canales privados.

En una entrevista explosiva con el periodista Hollman Morris, el presidente Gustavo Petro levantó una tormenta política al denunciar que la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), dominada, según él, por intereses privados, le censuró su alocución presidencial del 15 de octubre. Una intervención que, según el mandatario, buscaba hablarle al país sobre temas urgentes como el narcotráfico, la violencia en el Caribe y el robo de la salud.

“Un club determinado que no nombra el Gobierno determinando una censura previa… eso se llama golpe de Estado”, lanzó Petro, visiblemente molesto, al señalar que la decisión de la CRC no solo lo afecta a él, sino a millones de colombianos que lo eligieron democráticamente. “No están censurando sólo a mi persona, sino a 11 millones de ciudadanos y ciudadanas que me eligieron. No se puede censurar a un Jefe de Estado porque censuran a la mayoría de la sociedad colombiana”, sentenció.

Durante la conversación, transmitida por RTVC, el presidente se mostró desafiante y sin filtros. Con tono firme, cuestionó los argumentos de la CRC y la aparente complicidad de los grandes canales privados. “¿El tema narcotráfico y descertificación de Colombia no es de relevancia inmediata? ¿No es de relevancia que los misiles en el Caribe están cayendo sobre lanchas colombianas, probablemente de pescadores? ¿El tema del robo de la salud no es de relevancia inmediata?”, preguntó, dejando en evidencia que el contenido de su mensaje era de interés nacional y no político.

Petro fue más allá y acusó a los dueños de los canales privados de actuar como brazo mediático de la oposición, asegurando que están usando sus plataformas para manipular la información. “La oposición, autora de la tutela y dueña de los concesionarios privados de la televisión, hace que la sociedad pierda el derecho de tener otra visión”, afirmó, denunciando lo que llamó un “cerco informativo” contra su Gobierno.

El mandatario recordó que la alocución presidencial no es un capricho, sino un mecanismo legítimo de comunicación institucional que todo jefe de Estado puede usar para dirigirse al pueblo. “Una alocución es el derecho del presidente de la República, a través de todos los canales, de expresar una comunicación hacia la totalidad de la sociedad. No se requiere un desastre natural para que haya urgencia: basta con que el mensaje tenga relevancia inmediata para la vida nacional o interés público”, explicó, dejando claro que su intención no era hacer proselitismo, sino informar al país sobre temas de fondo.

Con tono combativo, Petro también arremetió contra los medios y la derecha política, a quienes acusó de festejar cada obstáculo de su Gobierno. “Toda la derecha está en un festín por un cese al fuego que parece estarse desbaratando y un intercambio de rehenes incompleto. Me dicen ‘usted no pudo’, ¡es que los que pueden son los que están produciendo el genocidio!”, declaró, aludiendo a lo que calificó como una maquinaria internacional del dinero y los medios que busca deslegitimar los procesos de cambio.

Incluso se refirió a la política exterior y no dejó por fuera al expresidente estadounidense Donald Trump: “Trump amenaza a todo el mundo: palestinos, mexicanos, colombianos, venezolanos… Es un problema que tiene que resolver el pueblo de Estados Unidos”, dijo, criticando los dobles raseros del poder global.

La entrevista con Morris se convirtió en una bocanada de aire directo para miles de ciudadanos que ven en Petro la voz que enfrenta a los poderes ocultos del país. Su denuncia no es solo contra la CRC, sino contra un sistema mediático que, según él, decide qué se escucha y qué se silencia.

“La censura no recae solo sobre mí, sino sobre una sociedad que pierde la posibilidad de contrastar visiones”, concluyó el mandatario, mirando fijamente a la cámara. En un país donde los grandes medios aún dictan el ritmo de la opinión pública, Petro encendió las alarmas: la democracia no se apaga con un botón, pero puede silenciarse con una frecuencia.

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