La justicia le llegó a otro de los cerebros detrás del cartel de la toga. El Tribunal Superior de Bogotá ratificó la condena de seis años de prisión contra el exmagistrado Camilo Humberto Tarquino Gallego, por haber usado su poder y su cargo para delinquir. Tarquino fue hallado culpable del delito de concusión como interviniente: pidió la escandalosa suma de $20.000 millones al exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons, a cambio de influir en funcionarios de la Corte Suprema para frenar los procesos judiciales que lo rodeaban.
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Tarquino, expresidente de la Corte Suprema en 2011, no solo traicionó su investidura, sino que formó parte activa de uno de los escándalos de corrupción más graves en la historia de la justicia colombiana. El cartel de la toga, como se conoce esta red criminal, estuvo integrado por magistrados, políticos y abogados que negociaban decisiones judiciales al mejor postor.
Según la Fiscalía, entre septiembre y octubre de 2014, Tarquino se reunió varias veces con Lyons en un apartamento al norte de Bogotá. Allí, en medio de conversaciones secretas, el exmagistrado ofreció usar sus influencias para intervenir en los procesos del exmandatario departamental, investigado por el millonario desfalco de Córdoba, que llegó a los $87.000 millones, y por su participación en el infame cartel de la hemofilia.
Lo mismo de siempre:
— Wilson Arias (@wilsonariasc) April 7, 2025
🏥Cartel de la hemofilia (Salud+Políticos) aliados con el 👨🏻⚖️Cartel de la toga (Jueces, Magistrados).
¡Se necesitan🔐, se eligen!👇🏾
“Condenaron a 6 años a expresidente de la Corte Suprema, Camilo Tarquino, por el Cartel de la Toga” https://t.co/qYYWiEmOPC
El expediente señala que, en al menos cuatro reuniones, Tarquino pidió dinero directamente a Lyons. El objetivo era claro: entorpecer investigaciones o conseguir información privilegiada para ayudar al exgobernador. Incluso, según testigos y pruebas, Tarquino le aseguró a Lyons que conocía al fiscal encargado de su caso y que podía persuadirlo para favorecerlo.
Esta red de corrupción salió a la luz en 2017, cuando el entonces fiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno fue capturado tras ser grabado por la DEA en un operativo encubierto que contó con la colaboración del propio Lyons. En uno de los audios, quedó en evidencia que Tarquino presionaba al fiscal general de entonces, Néstor Humberto Martínez, para que tomara represalias contra el exgobernador… al parecer, por no haber accedido a su exigencia de miles de millones.
El Tribunal Superior de Bogotá confirmó la condena solicitada por la Fiscalía General de la Nación contra el exmagistrado Camilo Humberto Tarquino Gallego por el delito de concusión como interviniente, que contempla una pena de seis años de prisión. Los hechos que motivaron la…
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) April 4, 2025
Las pruebas fueron contundentes. Lyons, quien aceptó cargos y firmó un preacuerdo con la justicia, relató con lujo de detalles cómo operaba esta red criminal y reveló el papel de Tarquino. De hecho, se supo que el contacto entre ellos fue posible gracias a la excongresista Muriel Benito Rebollo, amiga de ambos.
Aunque Tarquino intentó desligarse de las acusaciones, el fallo fue claro: abusó de su poder para delinquir, vendió su cargo y se convirtió en operador de la corrupción desde el corazón de la justicia.
Además de la pena de cárcel, fue sancionado con una multa de 50 salarios mínimos y una inhabilidad de 60 meses para ejercer funciones públicas. Otra ficha del cartel de la toga que cae, y que deja en evidencia cómo algunos togados cambiaron la justicia por dinero sucio.