La bomba política estalló este lunes: Estados Unidos descertificó a Colombia en la lucha antidrogas, una decisión que el presidente Gustavo Petro calificó de “política” y de puro “chantaje”. Lejos de amilanarse, el mandatario respondió con un mensaje que retumbó en todo el continente: Colombia ya no dependerá del armamento ni de las migajas de Washington.
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“Nos descertifican después de que somos los que más incautamos cocaína de toda la historia, los que hemos desmantelado miles de laboratorios. Y eso es político”, lanzó Petro en un consejo de ministros transmitido en vivo.
El jefe de Estado dejó claro que no se dejará presionar por la Casa Blanca: “Nosotros no vamos a estar bajo chantaje. A mí no me preocupa la ayuda de los Estados Unidos. Nosotros somos los que estamos ayudando a los Estados Unidos porque el problema es de ellos, no de nosotros”.
El presidente Petro y el ministro @AABenedetti desmienten a la prensa en vivo, y aseguran que EEUU no quitara la ayuda económica pese a la descertificion.
— §ilicon Valley® (@Jlmedina168) September 16, 2025
Petro deja claro que no cedera ante el chantaje. 👌💯 pic.twitter.com/mcMIUlrPRH
Con voz firme, Petro subrayó que la descertificación no trae sanciones inmediatas, pero sí libera a Colombia de la imposición de políticas fracasadas. “Se acabó eso, ya no más policías muertos”, dijo, recordando la masacre de 13 uniformados en Amalfi, Antioquia.
El mandatario fue más allá: anunció que el Ejército y la Policía dejarán de depender del armamento estadounidense. “Se acaba la dependencia del Ejército de Colombia y de sus Fuerzas Militares del armamento de los Estados Unidos. No más limosnas ni regalos. (…) Al Ejército de Colombia le va mejor si compra sus armas o las hace con nuestros recursos propios, porque si no, no será un Ejército de la soberanía nacional”.
En un duro mensaje contra la estrategia antidrogas de Washington, Petro señaló que el verdadero fracaso está del otro lado del hemisferio: “Qué dejen de ser brutos. El liderazgo en las drogas lo tienen ellos y han fracasado durante 50 años. Un millón de muertos en América Latina y van para un millón de muertos en Estados Unidos si no son capaces de reducir el consumo de fentanilo”.
Señala que no he sido un bien socio en la lucha, cuando arriesgue mi vida personal y familiar en la lucha contra las relaciones del paramilitarismo narcotraficante y el poder político
— Gustavo Petro (@petrogustavo) September 16, 2025
No calculé que el poder político en EEUU quedára en manos de amigos de los políticos aliados… https://t.co/anNHzgueiU
Incluso aprovechó para darle un golpe diplomático a la política exterior de Trump: “Dejen de matar a gente latinoamericana en el mar Latinoamericano y hablamos. Porque no estoy aquí para agarrarme con los gringos, sino para que nos respeten”.
Mientras críticos como el expresidente Iván Duque culpan a Petro del “crecimiento exponencial” de los cultivos, voces como la de Ernesto Samper resaltaron que la descertificación es también una oportunidad: “No es el fin del mundo (…) podemos mostrar internacionalmente los altos costos que hemos pagado por un problema que no es solo nuestro”.
La jugada de Washington, que también incluyó a países como Afganistán, Bolivia, Myanmar y Venezuela, se siente como un intento de golpear a uno de los gobiernos más incómodos para la política exterior estadounidense en la región. Pero Petro no cedió ni un milímetro: “Para que disminuyan los cultivos de hoja de coca lo que se necesita no es glifosfato tirado desde avionetas, sino disminución de la demanda por cocaína fundamentalmente en EE.UU. y Europa”.
Lo que parecía un revés se convirtió en el escenario perfecto para que Petro levantara la bandera de la soberanía: Colombia no será más el peón de Washington en la fallida “guerra contra las drogas”.





