¡Se le pone freno a la muerte en las carreteras! La ANSV entra en modo choque y lanza ofensiva nacional para salvar vidas en la navidad

Mientras las muertes en las vías siguen sacudiendo al país, nuevos datos revelan que el riesgo por cada motocicleta nueva cayó de forma histórica, en medio de un despliegue nacional de la Agencia de Seguridad Vial para frenar la tragedia en diciembre.

Colombia vuelve a mirarse de frente en uno de sus dolores más profundos: las muertes en las vías. Las cifras estremecen, pero también revelan algo que muchos prefieren ignorar: mientras el parque automotor crece como nunca antes, el riesgo de morir por cada moto nueva se redujo de manera significativa. En medio de una crisis vial que cobra vidas todos los días, la Agencia Nacional de Seguridad Vial se levanta como uno de los pocos frenos reales frente a la fatalidad.

Aunque entre enero y octubre de 2025 los siniestros viales aumentaron un 5% y el país ya suma 7.040 fallecidos, los datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial muestran un giro clave: en 2024 morían 62,6 motociclistas por cada 10.000 motos nuevas, mientras que en 2025 esa cifra bajó a 49,3. Es decir, un 21% menos de muertes relativas, pese a que entraron cerca de 240.000 motocicletas adicionales al sistema. En un escenario más congestionado y riesgoso, algo sí está funcionando.

La ANSV no maquilla la tragedia ni relativiza el dolor. Reconoce que cada muerte importa y que ninguna cifra es aceptable, pero también deja claro que la prevención, la pedagogía y la presencia institucional están salvando vidas. Lejos de los escritorios, la Agencia llegó este año a 614 municipios, muchos de ellos rurales e históricamente abandonados, con más de 12.600 acciones técnicas y pedagógicas que impactaron a cerca de 385.000 personas en terminales, peajes, colegios, empresas y carreteras.

El aumento de los siniestros no se explica por inacción, sino por problemas estructurales que vienen de años atrás: la explosión del parque motociclista, brechas en cultura vial, controles débiles en fines de semana y una alarmante ineficacia en sanciones, donde solo tres de cada diez comparendos terminan en multa. Aun así, la Agencia insistió en estar donde más se pierde la vida y en fortalecer la planeación local, apoyando a más de 200 municipios para que construyan planes de seguridad vial basados en evidencia.

Con diciembre llega el mes más alegre, pero también el más letal en las carreteras. Solo en diciembre de 2024 murieron 870 personas en siniestros viales, la cifra más alta del año. En Bogotá, entre enero y octubre de 2025, 524 personas perdieron la vida, la mayoría motociclistas y peatones. Ante este panorama, el Gobierno Nacional y el sector transporte activaron el Plan Navidad 2025, una estrategia de choque liderada por la ANSV que recorrerá ocho ciudades del país entre el 1 y el 12 de diciembre, con controles priorizados, pedagogía intensiva y presencia institucional en los puntos más críticos.

“La Navidad es una época de luz y unión, pero también el mes donde más vidas perdemos en carretera. Proteger la vida es una decisión que debemos asumir todos. Ninguna celebración vale una tragedia. Este diciembre, decidir por la vida es llegar a casa”, afirmó la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, durante el lanzamiento del plan en Bogotá.

Junto al Plan Navidad, la ANSV lanzó la campaña “La vida es primero”, un mensaje directo contra el exceso de velocidad, el alcohol y la distracción al volante. “Este es un llamado para que hoy encendamos luces y no apaguemos más vidas. Este mes exige corresponsabilidad de todos. Las medidas que hoy estamos tomando no son para incomodar, son para salvar vidas”, señaló la directora de la Agencia, Mariantonia Tabares Pulgarín.

La funcionaria fue aún más clara al recordar que la seguridad vial no depende solo del Estado: “La decisión que yo tomo al momento de conducir mi vehículo, motocicleta o al momento de pasar la calle, es una decisión donde yo me protejo y protejo a los demás”. Un mensaje incómodo para algunos, pero urgente para un país que sigue contando muertos.

En tiempos de crisis vial, la ANSV insiste en poner la vida en el centro. Los datos muestran que el camino es largo, pero también que el enfoque funciona. Colombia enfrenta un reto enorme, pero la pregunta ya no es si se puede actuar, sino cuántas vidas se pueden salvar si el país decide, de una vez por todas, moverse distinto.

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