¡La ANT le quita el botín a Uribe! Baldío tomado por El Ubérrimo vuelve a los campesinos y la derecha estalla de rabia

La Agencia Nacional de Tierras (ANT) entregó finalmente el predio El Laguito II a campesinos de Córdoba, recuperando un baldío estatal que había sido ilegalmente ocupado por la Agropecuaria El Ubérrimo, del expresidente Uribe. Un acto de justicia que desmantela los privilegios del poder terrateniente.

La Agencia Nacional de Tierras (ANT) entregó oficialmente el predio El Laguito II a campesinos de San Carlos, un terreno que, según determinó la entidad, fue ocupado y explotado durante años por la Agropecuaria El Ubérrimo, empresa del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Un baldío de la Nación convertido en botín privado… hasta hoy.

La subdirectora de Acceso a Tierras de la ANT, Lilia María Rodríguez, no se guardó nada. “La entrega de este predio a familias campesinas simboliza un acto de justicia, porque representa la recuperación de baldíos del Estado que fueron indebidamente apropiados mediante maniobras jurídicas por grandes empresas y clanes políticos”, sentenció. Y remató: “El predio regresa a las manos campesinas que debieron haberlo trabajado desde hace décadas”.

Lo que la derecha intentó esconder durante años ahora queda al desnudo. La historia del predio comenzó en 2018, cuando la empresa de Uribe pidió quedarse legalmente con El Laguito II alegando posesión prolongada. Pero un juez frenó la maniobra al reconocer que el terreno era un baldío estatal. En 2022, arrinconada por el proceso, la sociedad El Ubérrimo devolvió el predio de manera “voluntaria”. Apenas entonces pudo entrar la Asociación Baluarte Campesino Juana Julia Guzmán, que desde 2023 cultiva arroz, plátano y yuca en las 8,3 hectáreas que hoy ya son de su propiedad.

La adjudicación, formalizada esta semana, permite a las familias acceder a créditos y financiar proyectos productivos, un avance que la oposición uribista jamás logró, ni quiso lograr, en décadas de discursos vacíos sobre el campo. Mientras la derecha repite que “nada funciona”, el Gobierno demuestra con hechos que la Reforma Agraria sí avanza, que los baldíos regresan al pueblo y que los privilegios de unos pocos ya no son intocables.

La ANT recordó que esta entrega hace parte de una política que ya ha titulado más de 1.878.000 hectáreas, desmontando el mito de que “no se está haciendo nada”. Precisamente por eso, señalan voces del Gobierno, es que la oposición intenta torpedear cada avance: porque es la primera vez que se toca la estructura de privilegios que históricamente los ha beneficiado.

Mientras tanto, Uribe salió en su momento a defenderse como pudo en su cuenta de X, publicando explicaciones sobre el avalúo de otros predios. “Desde el principio dije que se vende a un precio muy inferior al avalúo catastral de San Carlos, que lo pusieron en 120 millones por hectárea”, escribió, intentando mostrar apertura mientras el país recuerda que sus empresas ocuparon baldíos cuyo destino debía ser campesino, no ganadero de élite.

El Gobierno celebra, los campesinos avanzan y la ANT demuestra con hechos que sí es posible desmantelar viejas prácticas que la derecha normalizó durante décadas. Y eso, precisamente eso, es lo que tanto incomoda al uribismo.

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