Gobierno Nacional pidió perdón por miles de ejecuciones extrajudiciales en los departamentos de Caquetá, Huila y Putumayo

El Estado colombiano pidió perdón a más de 130 familias por ejecuciones extrajudiciales, en un acto cargado de memoria y compromiso con la justicia.

En Florencia, Caquetá, un acto cargado de simbolismo y memoria reunió a familias que durante décadas han buscado justicia y verdad para sus seres queridos, víctimas de ejecuciones extrajudiciales. El evento, liderado por el ministro de Defensa, Iván Velásquez Gómez, y el comandante del Ejército Nacional, general Luis Emilio Cardozo Santamaría, marcó el séptimo acto de excusas públicas del actual gobierno.

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El ministro Velásquez reconoció el profundo daño causado por estos crímenes, conocidos como «falsos positivos», ocurridos entre 2004 y 2008 en los departamentos de Caquetá, Huila y Putumayo. Durante su discurso, enfatizó: “No se trata solo de cumplir órdenes judiciales, sino de un deber ético y moral para honrar la memoria de quienes fueron asesinados injustamente por quienes debían protegerlos”.

En este acto, el Ministerio de Defensa y el Ejército Nacional ofrecieron disculpas públicas a más de 130 familias, reafirmando su compromiso con la verdad y la dignidad de las víctimas. Velásquez destacó la valentía de las madres que, con incansable dedicación, han luchado por limpiar el nombre de sus hijos.

En un evento similar realizado en Medellín, el Museo Casa de la Memoria se convirtió en escenario de un homenaje a las víctimas de 35 ejecuciones extrajudiciales ocurridas en Antioquia entre 1998 y 2009. Allí, familiares como María Consuelo García revivieron el dolor y la resistencia al recordar a su hijo, Darwin Andrés Sánchez García. “Su vida se apagó por la ambición de quienes debían protegernos. Hoy sentimos una brizna de alivio al saber que su nombre será reivindicado”, expresó María Consuelo.

El acto incluyó intervenciones de familiares que pidieron justicia, reconciliación y el fin del ciclo de violencia. Con retratos en mano, madres, hijos y hermanos dejaron claro que el perdón es un paso necesario, aunque insuficiente, para sanar las heridas.

El general Luis Emilio Cardozo destacó que el Ejército Nacional tiene el deber de garantizar la vida y la dignidad de los colombianos, reconociendo los errores del pasado como un punto de partida para un futuro más justo: “Asumimos este compromiso con hidalguía y transparencia, reconociendo que nuestras acciones deben estar alineadas con los derechos humanos y los valores institucionales”.

Mientras las familias reclaman que los nombres de sus seres queridos queden libres de señalamientos, el ministro Velásquez reiteró: “Hoy, como Estado, pedimos perdón. Los reivindicamos como personas inocentes y víctimas de un sistema que les falló”.

Estos actos no borran el dolor, pero representan un paso hacia la verdad y la reconciliación, en un país que aún lucha por cerrar las cicatrices del conflicto armado. La historia de cada víctima y la resiliencia de sus familias son recordatorios poderosos de que la justicia es el único camino hacia la paz.

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