Las cuchas tenían razón: cuerpos hallados en la escombrera pertenecen a víctimas de desaparición forzada en el gobierno de Uribe

La JEP reveló hallazgos en La Escombrera y desmintió a Néstor Morales, quien insinuó sin pruebas que familias enterraron a sus desaparecidos allí.

Un nuevo capítulo de horror y verdad comienza a escribirse en La Escombrera, esa montaña artificial que por años ocultó los crímenes cometidos durante uno de los periodos más oscuros de la historia reciente de Medellín. La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) presentó su primer balance sobre la intervención en esta zona, donde los equipos forenses han recuperado restos óseos de al menos cuatro personas, entre ellas una mujer joven.

Los hallazgos corresponden a víctimas de desaparición forzada entre 2002 y 2003, una época marcada por la violencia desmedida en la Comuna 13. En aquel entonces, el gobierno de Álvaro Uribe lideró operaciones militares en complicidad con los paramilitares, donde se registraron graves violaciones de derechos humanos. Según la JEP, estas víctimas no solo fueron asesinadas sino también sometidas a torturas y ejecuciones de extrema violencia, con disparos a corta distancia y evidencias de tortura.

Tras remover más de 37.000 metros cúbicos de tierra, equivalentes a 2.278 volquetadas de material, los forenses excavaron hasta 15 metros de profundidad en busca de verdad y justicia. En este proceso, además de los restos humanos, se hallaron objetos que podrían ayudar a identificar a las víctimas y esclarecer las circunstancias de sus muertes.

“La Escombrera no solo fue un lugar de desaparición, sino también un escenario de ejecución”, afirmó la magistratura de la JEP, subrayando la importancia de este avance judicial en el marco del Subcaso Antioquia del Caso 08.

El compromiso de las instituciones se suma a la lucha incansable de las familias buscadoras, quienes durante décadas han exigido respuestas. Estas familias, que se turnan diariamente para vigilar el proceso de excavación, han sido fundamentales para lograr que este sitio de interés forense finalmente revele su verdad.

La JEP también se pronunció frente a las declaraciones irresponsables del periodista Néstor Morales, de Blu Radio, quien insinuó que las familias de las víctimas podrían haber enterrado a sus propios seres queridos en La Escombrera. Estas afirmaciones, según la JEP, no solo son infundadas, sino que desconocen el dolor de las víctimas y las décadas de lucha por la verdad.

“Desconocer el sufrimiento de estas familias es un acto de injusticia moral y social”, advirtió la Jurisdicción, haciendo un llamado a un tratamiento riguroso y respetuoso frente a un tema tan complejo como la desaparición forzada.

La Comuna 13, uno de los territorios más golpeados por el conflicto armado, tiene registradas al menos 502 personas desaparecidas, según la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD). La JEP invita a las familias que aún no han aportado muestras de ADN a acercarse a las sedes correspondientes para facilitar la identificación de las víctimas.

El trabajo forense ya avanza en la identificación genética de dos de los cuerpos recuperados, mientras los otros dos, con estructuras óseas completas en un 85%, ofrecen también altas probabilidades de ser identificados.

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